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Roma, Agencia Fides) - El papel de las organizaciones católicas en combatir el tráfico de seres humanos y en asistir a las víctimas de este crimen ha sido subrayado por Sebastián Dechamp, responsable de la Oficina para el Norte África y Medio Oriente de Caritas Internationalis, en el curso de un Seminario sobre el tráfico de seres humanos, organizado por la embajada de Estados Unidos ante Italia y ante la Santa Sede, que tuvo lugar ayer, 26 de octubre, en Roma. "¿Por qué se ocupa la Iglesia del tráfico de seres humanos? Porque ha elegido a los pobres y las personas víctimas del trñafico, están entre los más pobres de los pobres" afirmó Dechamps.
El represente de Caritas Internationalis recordó que el tráfico de seres humanos es un fenómeno global que concierne a todos. La Iglesia católica por lo tanto, no puede eximirse de tomar parte activa para hacer frente al problema. "Desde África a Asia, desde Europa a América, ningún País está inmune del tráfico de seres humanos" dijo Dechamps, subrayando "que en todos los Países en los que está presente la Iglesia católica, está en primera línea, a través de sus organizaciones caritativas, en llevar ayuda a las víctimas y denunciar a los traficantes."
Dechamps ha recordado incluso que cuando se habla de tráfico de seres humanos, a menudo se limita a pensar sólo en la explotación sexual de las mujeres. Por desgracia, indicó el representante Caritas Internationalis, el fenómeno es mucho más amplio porque concierne también, por ejemplo, a la explotación del trabajo infantil. Por este motivo, todos los participantes en el Congreso han afirmado la necesidad de crear redes operativas entre diversos actores sociales, públicos y vidas privadas (fuerzas de policía, magistratura, sindicatos, movimientos eclesiales y religiosos, organizaciones no gubernativas, etc..) para afrontar el problema que tiene múltiples dimensiones: sociales, legales, sanitarios, psicológicas, etc..
En este contexto, la estrategia de Caritas es estar cerca de las víctimas, ofreciendo una ayuda en el plano material y espiritual. "Encuentro continuamente a jóvenes mujeres obligadas a prostituirse por traficantes sin escrúpulos y siempre quedo impresionada por su profunda espiritualidad, especialmente de las chicas africanas” dijo Sor Eugenia Bonetti, Misionera de la Consolación, que trabaja desde hace años en la recuperación de las chicas de calle. "Por desgracia, los traficantes explotan las creencias ancestrales como el voodoo, para someterlas psicológicamente."
Concluyó los trabajos el embajador John Miller, Director de la oficina del Departamento de Estado para el control y la lucha contra el tráfico de seres humanos y consejero en materia del Secretario de Estado, Condoleezza Rice, que ha subrayado como el tráfico de seres humanos es la esclavitud del siglo XXI. (L.M) (Agencia Fides 27/10/2005 Líneas: 34 Palabras: 453)
