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Sana’a (Agencia Fides) – Dos años después de la intensificación del conflicto armado, los niños siguen siendo los más vulnerables en Yemen (véase Fides 27/3/2017). Cada diez minutos en el país, un niño muere de enfermedades que pueden prevenirse como la malnutrición, la diarrea o infecciones respiratorias. Además, 144 niños mueren cada día de enfermedades para las que existen curas médicas. La guerra está causando el colapso de los servicios más básicos para los niños.
Sólo en el sector sanitario, la mitad de los centros no están operativos, limitando al mínimo el acceso a la asistencia médica. A esto se añade la dramática situación económica de las familias, que ha obligado a miles de padres a tener que elegir entre salvar a los niños enfermos o tratar de proteger a los sanos. Las familias comen muy poco y optan por alimentos menos nutritivos o se saltan comidas.
Alrededor de medio millón de niños sufren de malnutrición aguda severa, 200% más que en el 2014, aumentando el riesgo de hambruna. El número de personas extremadamente pobres y vulnerables se ha disparado. Alrededor del 80% de los hogares tienen deudas, y al menos la mitad de la población vive con menos de dos dólares al día. El sistema de salud en Yemen está al borde del colapso: se estima que 15 millones de hombres, mujeres y niños no tienen acceso a la atención médica. (AP) (28/3/2017 Agencia Fides)