WFP/ADEL SARKOZI
Abuja (Agencia Fides) – En los últimos meses la violencia del grupo islamista Boko Haram se ha intensificado en el noreste de Nigeria y en la frontera con Camerún, Chad y Níger, causando un grave incremento en el número de refugiados y desplazados internos. Las víctimas más afectadas son las mujeres y los niños. Desde diciembre, se estima que se ha duplicado el número de personas desplazadas en los tres países, mientras que sólo en Nigeria hay unos 3 millones de personas desplazadas por la violencia y otros 2 millones 200 mil más, han buscado refugio en los países vecinos. Todo esto ha aumentado la malnutrición y el hambre de más de 5 millones de personas que no tienen nada que comer. En algunas zonas las tasas de desnutrición superan el umbral de emergencia establecido por la Organización Mundial de la Salud.
Para tratar de combatir el problema, el Programa de Alimentos Mundial (PAM), en la cuenca del lago Chad, se ha comprometido a aumentar las ayudas. En el norte de Nigeria, especialmente en los estados de Borno y Yobe, la situación es alarmante, la tasa de desnutrición aguda está por encima de la media nacional. Por otra parte, el número de niños que van a la escuela ha aumentado de casi medio millón a 130.000. En Chad, en la región de Yokua, 80.000 personas se han visto obligadas a abandonar las islas del lago Chad después de los ataques y amenazas de Boko Haram y ahora viven en condiciones muy duras, en los campos desolados de dunas de arena. En la región de Moboko, en Camerún, más de un tercio de la población sufre de hambre. Más del 70% de los agricultores han tenido que dejar sus tierras. (AP) (11/4/2016 Agencia Fides)