Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Uno de los aspectos sobresalientes de la actividad de la Curia Romana, reestructurada por Juan Pablo II, es el haber incrementado las relaciones entre la Santa Sede y las Iglesias locales. Ello sucede no sólo cuando se llama a colaborar a los Obispos de las diferentes partes del mundo en los distintos Dicasterios de la Curia, sino también en la llamada “Visitatio ad liminia Apóstolorum”, que todo Obispo diocesano está llamado a cumplir cada 5 años. Ésta constituye “como el cúlmine de las relaciones de los Pastores de cada Iglesia particular con el Romano Pontífice” (Pastor Bonus, art. 29) y, por tanto, favorece al máximo la actuación de los principios de unidad, de comunión y de colegiación. Este aspecto resulta particularmente importante y proficuo para las Iglesias de los territorios de misión que, siendo de fundación reciente, necesitan una particular y continua relación con el Sucesor de Pedro. De hecho, la visita “ad limina” ofrece a los Pastores de las Iglesias locales la oportunidad de dialogar y de tratar personalmente con el Papa de los problemas y de la situación de las respectivas diócesis y de compartir con Él la “sollicitudo omnium Ecclesiarum”. Además, éstos pueden profundizar mejor, con los Dicasterios competentes, los problemas de carácter doctrinal, pastoral y apostólico y las dificultades que obstaculizan su actividad misionera. Como afirmaba el Papa Pablo VI (Sollicitudo omnium Ecclesiarum), con la visita “ad liminia” se actúa un doble movimiento en la Iglesia: uno centrípeto, hacia el corazón de la Iglesia, y uno centrífugo, desde el corazón hacia cada una de las Iglesias locales, alimentando de esta manera una saludable oxigenación de todo el Cuerpo Místico de Cristo. Desde esta perspectiva, durante sus más de 26 años de Pontificado, Juan Pablo II ha reservado una particular atención a este importantísimo encuentro entre el Pastor de la Iglesia Universal y los Pastores de las Iglesias locales. Para esclarecer la importancia de estos momentos hemos elegido a continuación algunos discursos pronunciados o dirigidos por el Sumo Pontífice a los diversos grupos de Obispos de las Iglesias locales de los 5 continentes en ocasión de sus visitas “ad limina” (Agencia Fides 06/04/05)