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Manila (Agencia Fides) - El Cardinal Jaime Sin, Arzobispo emérito de Manila, ha efectuado la siguiente declaración a la Agencia Fides: “Mientras que la Iglesia entera ha perdido a un Padre y a un Pastor, yo he perdido también a un hermano y a un querido amigo. No podré olvidar nunca el Cónclave de 1978, cuando fue elegido Sumo Pontífice. Nos habían alojado juntos porque éramos de los cardinales más jóvenes. Así fue como nació entre nosotros una amistad fraterna y un vínculo muy caluroso. Durante los años oscuros de la dictadura ha animado siempre a los obispos filipinos nos para que promoviéramos la justicia y la dignidad de la persona. Recuerdo que, sucesivamente, defendiendo la posición de los obispos filipinos, tuvo modo de decirme que la revolución no violenta que nosotros apoyábamos era parte de la misión de la Iglesia y que era nuestro deber perseguir la libertad, promover la justicia y defender a los pobres y a los oprimidos. Todas las veces que nos encontrábamos me hablaba de su gran amor por el pueblo filipino, que además ha demostrado: visitó dos veces las Filipinas, canonizó el primer santo filipino, San Lorenzo Ruiz de Manila y beatificó el también filipino Pietro Calungsod. Él ha sido de verdad nuestro padre y nosotros sus hijos”.
(P.A.) (Agencia Fides 4/4/05)
