Maroua (Agencia Fides) - Se llama “Aldepa” y es una asociación de mujeres instituida en la región norte de Camerún, donde el fenómeno del matrimonio infantil está muy extendido, y se ocupa de la protección de las víctimas involucradas en esta “trata”. Proporciona asistencia legal a las madres de las niñas adolescentes y paga la escuela a 87 de ellas que han sido rescatadas de matrimonios precoces. La cultura de las tribus mafa y kapsiki hace que las niñas se casan a cambio de una dote, un pago en dinero, ganado u otros productos. Por lo tanto, casar a las hijas en Camerún es parte de una estrategia para hacer dinero. En el país, casi una de cada tres personas de los 22 millones de habitantes son pobres. La edad legal mínima para contraer matrimonio es de 15 años para las niñas y 18 para los varones.
Actualmente hay muchas organizaciones no gubernamentales, comunidades y líderes religiosos que participan en las zonas rurales para educar a la población. Organizan campañas contra el matrimonio precoz y también se comprometen a dar refugio a muchas víctimas. Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Población (UNFPA), en África central, el 71% de las pequeñas novias vienen de familias pobres. Los datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), muestran que en 2014, el 31% de las adolescentes en la región norte han sido dadas en matrimonio. El fenómeno está muy extendido en otros países. En Níger se registra el peor dato con el 75% de las menores de edad casadas, seguido por el Chad, con un 72%, y Guinea, con un 63%. (AP) (17/6/2015 Agencia Fides)