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Beirut (Agencia Fides) – Los obispos maronitas están pidiendo que sea restaurada la fiesta en honor de los “Mártires de Líbano”, que se celebraba el 6 de mayo para conmemorar a los nacionalistas libaneses que perdieron al vida en Beirut el 6 de mayo de 1916 por orden de Jamal Pasha, el wali otomano de la Gran Siria, y que ha caído en el olvido en los últimos años para no perturbar las relaciones con la Turquía de Erdogan. Los miembros del episcopado maronita, que se han reunido precisamente el miércoles, 6 de mayo en Bkerké para su reunión mensual presidida por el Patriarca Bechara Boutros Rai, en el comunicado final de la reunión han pedido explícitamente que la celebración de la fiesta de los mártires se incluya en la lista de días festivos nacionales y también se utilice para honrar a todos aquellos - militares y civiles - que han muerto y siguen muriendo en la defensa y el servicio de la patria libanesa.
Los mártires nacionalistas libaneses eran tanto musulmanes como cristianas, incluido el sacerdote Youssef al-Hayek. Fueron condenados a muerte por los turcos en un momento en que la población del Líbano estaba atravesando una gran hambruna que causó 250.000 muertes, sin recibir ayuda del Imperio Otomano. “Durante los años en que era primer ministro Rafik Hariri - explica a la Agencia Fides el Obispo Francois Eid, Procurador Patriarcal Maronita ante la Santa Sede – se habían intensificado las relaciones con Turquía y Erdogan y los turcos había pedido la abolición de esta festividad, que les dejaba mal. De hecho, desde 2007 hasta 2014 las celebraciones oficiales de la fiesta han sido suspendidas. Pero ayer las madres de los soldados muertos en el Líbano en los últimos tiempos y las de los militares secuestrados por yihadistas bajaron a la calle ante el monumento de la Plaza de los Mártires, junto con una multitud en la que estaban incluidos los estudiantes de muchas escuelas cristianas. Llenaron toda la zona de flores y carteles para recordar al Gobierno que los mártires libaneses deben ser celebrados incluso aunque los turcos no quieran. En los tiempos difíciles que estamos viviendo, con el sectarismo que amenaza la unidad de la nación libanesa - dice Mons. Eid - existe el peligro de que todo el mundo se preocupe solamente de 'sus' muertos. Por ello, la Iglesia maronita apoya la necesidad de restaurar una fiesta de los mártires que sea verdaderamente nacional, y que pueda ayudar a preservar la unidad del pueblo libanés”. (GV) (Agencia Fides 7/5/2015).
