Nouakchott (Agencia Fides) - En Mauritania cuando un niño nace de una madre esclava, también él está destinado a correr la misma suerte y debe cargar con este flagelo durante toda su vida. Se trata de familias de pastores y campesinos que viven en las regiones rurales, y de domésticos en las urbanas. Lo declara en una nota enviada a la Agencia Fides, el Presidente de SOS Esclavos, una organización civil de Mauritania, compuesta por antiguos esclavos y esclavos, para la protección de los derechos humanos con el objetivo fundamental de erradicar este fenómeno, que aunque fue abolido oficialmente en 1985, se mantiene completamente impune.
La práctica de la esclavitud y su impunidad están de vuelta en el centro del debate en el país, después de que el mismo conocido activista, actual presidente de SOS Esclavos, Biram Ould Dah Ould Abeid, que también nació en una familia de esclavos, fue condenado el 15 de enero a dos años de prisión por organizar una manifestación ilegal contra la esclavitud. En 2013 las Naciones Unidas habían le dado el premio por su “lucha no violenta contra la esclavitud”, pero ha bastado un enfrentamiento con la policía para enviarlo a prisión dos años con cargos de “resistencia contra las autoridades”.
A falta de estadísticas oficiales, la ong Global Slavery Index, que lucha contra la esclavitud en todo el mundo, ha puesto Mauritania en el primer lugar entre los países esclavistas, con 155 mil esclavos, es decir, el 4% de la población. Biram tiene una gran aceptación en la sociedad, hasta el punto que quedó en segundo lugar como el candidato más votado (8,6%) en la última elección presidencial de 2014. Sólo mediante la educación y los recursos podrá romperse el círculo vicioso de la esclavitud. (AP) (26/1/2015 Agencia Fides)