Lingayen (Agencia Fides) – Afrontar las próximas elecciones generales, previstas para el próximo 13 de mayo, “con los ojos de la fe” y “la mente iluminada por los valores del Evangelio”. Lo pide una Carta Pastoral enviada por S. Exc. Mons. Sócrates Villegas, arzobispo de Lingayen Dagupan, cuyo objetivo es hacer comprender “lo que puede hacer la Iglesia para ayudar en las próximas elecciones”. Por ello el texto de la carta, enviada a la Agencia Fides, traza una especie de identikit del buen candidato.
La Carta parte de la certeza de que “nuestra mejor contribución es orar para que el Señor guíe a todos los votantes y a cada candidato en la responsabilidad civil de su ejercicio”, insistiendo en que “sólo Dios nos puede iluminar en nuestro proceso de toma de decisiones para que la voz de la gente pueda realmente reflejar la voz de Dios”. Se puede contribuir, “también con un respetuoso silencio en el foro de discusión pública: el silencio es el lenguaje de Dios” y es “el único antídoto a las estrategias de la alocada y ridícula campaña electoral que estamos presenciando”.
El arzobispo recuerda que “la Iglesia es la conciencia de la sociedad y debe seguir siéndolo”, y que mira a desafíos tales como la promoción del bien común, la solidaridad, la espiritualidad, la educación. Al mismo tiempo, la Iglesia “es la madre y maestra de los votantes y candidatos juntos”: una madre amorosa, una maestra que corrige con misericordia. La Iglesia, dice el arzobispo, “no debe apoyar a ningún candidato”, para no ponerse de “parte”: de hecho, debe “negarse a jugar con el fuego del poder político porque sino puede quemarse”.
Para ayudar a los votantes en la elección, el texto sugiere: el no dar el voto a candidatos que no declaren un NO rotundo y categórico al divorcio, el aborto, la eutanasia, el control de la natalidad y los matrimonios entre personas del mismo sexo, es decir, si promueve “decisiones contrarias a la vida”; sugiere el rechazar a los candidatos asociados con el tráfico de drogas, el juegos de azar ilegal, o si están involucrados en terrorismo o corrupción; el no votar por los candidatos que ya han sido condenados en el tribunal o que promueven la compra de votos; sugiere el ser conscientes de la hipocresía, si el candidato “muestra religiosidad sólo durante la campaña electoral”. La pregunta fundamental, concluye el texto, dando una sugerencia a los votantes, es la siguiente: ¿a quién votaría Jesús?. (PA) (Agencia Fides 16/4/2013)