Roma (Agencia Fides) - La caída del presidente François Bozizé ha generado algunas consecuencias en Chad y Sudáfrica, dos países con tropas involucradas en la crisis en la República Centroafricana.
El nuevo “hombre fuerte” de Centro África, el líder de la coalición rebelde Sekeka, Michel Djotodia es considerado cercano al presidente de Chad, Idriss Déby Itno. Sin embargo, es un hecho que ha generado descontento en Seleka, donde crece el temor de ver una vez más a la República Centroafricana “bajo la tutela” del país vecino. El mismo Bozizé llegó al poder en 2003 con la ayuda de Chad.
Pocas horas después de la caída de Bangui en manos de Seleka, Timan Erdimi, opositor histórico de Déby, ha anunciado desde Doha (Qatar), donde está refugiado, que desea reanudar las hostilidades contra el presidente de Chad. En 2008 Erdimi, líder de la Union des Forces de Résistance (UFR), estuvo a un paso de conquistar N’Djamena, pero fue detenido por la intervención de tropas francesas. Según el sitio Afrikarabia, Erdimi, además de haber estado en contacto con otros grupos rebeldes chadianos, se habría acordado con los disidentes de Seleka, con la esperanza de que, una vez derrocado Déby en el Chad, tomase el poder en Bangui, alejándolo del pro-Chadiano Djotodia.
En Sudáfrica crece la controversia después de las pérdidas de su contingente militar enviado para apoyar a Bozizé, en un intento de oponerse al avance de los rebeldes en Bangui. El principal partido de oposición Democratic Alliance ha pedido una comisión de investigación parlamentaria para explicar “el despliegue altamente cuestionable”, de un contingente sudafricano de 200 hombres en el país centro-africano. (L.M.) (Agencia Fides 27/3/2013)