Antananarivo (Agencia Fides) – Después del golpe de estado de 2009, la economía del país se ha desplomado y también el sistema penitenciario se está deteriorando rápidamente. En 2008, la Unión Europea asignó 2,5 millones de dólares a organizaciones no gubernamentales comprometidas con la mejora de las condiciones de los centros de detención, pero estos fondos se agotarán a finales de este año y se desconoce si el Ministerio de Justicia, cuya presupuesto se ha reducido en un 40% en 2011, tendrá dinero para el 2013. Entre los problemas más urgentes a los que hay que hacer frente está la desnutrición crónica, a la que parecen estar “condenados” los presos malgaches, además de a la pena judicial.
El informe de 2011 sobre los derechos humanos en Madagascar, preparado por el Departamento de Estado de EE.UU., ha puesto de manifiesto que este problema afecta a dos tercios de los reclusos de algunas prisiones y es para ellos la causa más común de muerte. En 2008 el Ministerio de Justicia había previsto un aumento de las raciones diarias en las cárceles, pero los benefactores han congelado sus ayudas como consecuencia del golpe de Estado y los presupuestos de todos los ministerios han sido reducidos. En julio de 2012, Medicins du Monde, una de las cinco organizaciones no gubernamentales que trabajan en 24 centros penitenciarios del norte de Madagascar financiados por la Unión Europea, ha distribuido raciones extras de Koba - cacahuetes machacados - y yuca a los prisioneros desnutridos.
Aunque los fondos para las prisiones han disminuido, sigue aumentando el número de presos. Las 83 prisiones del país fueron pensadas para dar cabida a 10.319 presos, pero en realidad alojan a 19.870. El hacinamiento a menudo alcanza el 100%. Se puede encontrar a 150 personas en una celda preparada para 40. Además de los alimentos, las condiciones sanitarias son muy pobres, falta el agua y el jabón para todos los presos y el desafío contra los ratones es constante. Según la Handicap International (HI), en 2012, el 80% de los presos han sido abandonados por sus familias, a menudo porque los más pobres son incapaces de ayudarles económicamente. Más de 3/4 de la población del país vive con menos de 1 dólar al día. La HI también ha destacado el hecho de que la mitad de los presos malgaches sufren de varias formas de trastornos mentales. Además, sólo el 47% han sido condenados, mientras que muchos pasan años esperando el juicio. (AP) (26/11/2012 Agencia Fides)