Sana (Agencia Fides) – Yemen es uno de los países más pobres del mundo árabe, donde hay un millón de niños que sufren de desnutrición grave, mientras que sus familias luchan para poder comprar alimentos. La agitación política que ha afectado al país el último año y medio ha dejado al país al borde de una crisis humanitaria y las agencias internacionales de ayuda estiman que la mitad de los 24 millones de habitantes del país están desnutridos. Ha crecido el desempleo, los precios de los alimentos han aumentado, la ayuda externa se ha reducido, el precio de los productos básicos como el arroz ha subido un 60%. Todos estos factores han dado lugar a una situación precaria, a la que se ha unido la mala distribución de la electricidad, provocando el aumento de los precios del combustible. De acuerdo con el Programa Mundial de Alimentos (PAM) de las Naciones Unidas, el problema no es la disponibilidad sino el no tener acceso a los bienes de primera necesidad, ya que muchas personas no pueden comprar. La desnutrición severa en los niños provoca enfermedades graves y debilitadoras y si la condición física se deteriora, puede conducir a la muerte. (AP) (23/7/2012 Agencia Fides)