Roma (Agencia Fides) – Un millón de niños gravemente desnutridos están a la espera de recibir atención sanitaria en el Sahel. Según las últimas cifras publicadas por UNICEF, se trata del número más alto en la historia de las ayudas humanitarias. Este año, por primera vez, todos los países del Sahel más afectados por el fenómeno, junto con las organizaciones humanitarias internacionales, han desarrollado un plan de prevención en respuesta a la emergencia a finales del 2011, que incluye el tratamiento de aproximadamente un millón de niños con desnutrición severa y la distribución de alimentos para prevenir la malnutrición, incluidos productos lácteos diseñados específicamente para satisfacer sus necesidades nutricionales.
El pico anual ya ha comenzado, agravado además en algunas partes de la región por los altos precios de mercado, las epidemias y la inestabilidad política. Por otra parte, la estación de lluvias particularmente intensas en el sur de Níger y en parte del este del Chad, han anticipado el pico estacional de la malaria, que, junto con la desnutrición, es una combinación mortal para los niños. En los últimos 6 meses, alrededor de 56.000 niños fueron introducidos en programas nutricionales de la organización médico-humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) en siete países de la región, de este numero, más de 36 mil son del Níger. Actualmente MSF dirige 21 programas de nutrición en el Sahel, nueve de los cuales han sido abiertos este año en respuesta a las necesidades urgentes del Chad, Malí, Senegal y Mauritania. El equipo también está trabajando en el norte de Malí, Níger, Burkina Faso y Mauritania para ayudar a las personas desplazadas por el conflicto en Malí.(AP) (19/7/2012 Agencia Fides)