Bhubaneswar (Agencia Fides) - En el nuevo asentamiento cristiano de Anandnagar en el distrito de Kandhamal - escenario de masacres contra los cristianos desde 2008 - los fieles cristianos oraron y celebraron la esperanza, a la espera de la Navidad. En Anandnagar hay cristianos re-ubicados después de haber sido expulsados de sus aldeas de origen, en Tikabali en el distrito de Kandhamal. Según lo informado por la Iglesia local a Fides, alrededor de 800 personas provenientes de unas 450 familias cristianas, víctimas de la violencia, se reunieron el 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción para una reunión de Navidad de "oración y esperanza." El hermano K.J. Markose, un misionero que vive en Kandhamal, informa que se ha tratado de un encuentro pacífico, caracterizado por un clima de acogida y de celebración, preparado por las monjas de las Misioneras de la Caridad (MC), junto con los habitantes del pueblo. Las hermanas informaron del encuentro a la policía y las autoridades civiles, y esto permitió su buen desarrollo. En la reunión se llevó a cabo una catequesis sobre el significado de la Navidad y una reunión de oración dirigida por Don Sisirkant Sabhanayak, pastor de la Parroquia Madre de Dios, cerca de Tikabali. La reunión contó también con Sajan K. George, presidente del "Consejo Global de Cristianos Indios", que tuvo palabras de aliento hacia los fieles, y concluyó con un momento de convivencia fraterna.
En los últimos días, su excelencia monseñor John Barwa SVD, Arzobispo de Cuttack-Bhubaneswar, envió una carta pastoral a la diócesis, a la espera de la Navidad, instando a los fieles a ser "anunciadores de un mensaje de esperanza" a pesar del sufrimiento del pasado y el presente. El distrito de Kandhamal, que ocupa una parte central de la Arquidiócesis, ha sido el epicentro de la violencia anti-cristiana desde el año 2008: más de 100 muertos, más de 6.000 viviendas en 400 aldeas han sido quemadas, así como 296 iglesias y pequeños lugares de culto cristianos. Más de 56.000 ciudadanos cristianos son refugiados y alrededor de 30.000 siguen viviendo en campos de refugiados instalados por el gobierno. Alrededor de 1.000 han sido amenazados por sus vecinos: pueden regresar a su casa sólo si se convierten los hindúes. El resto de los refugiados ha preferido dejar, por temor, el distrito de Kandhamal: de hecho, no tienen ninguna posibilidad de vida en Kandhamal, donde también son víctimas de un "veto" y de discriminación a nivel económico y social. (PA) (Agencia Fides 12/12/2011)