Pyay (Agencia Fides) – “La prioridad de nuestra iglesia es evangelizar. El lema que he elegido para mi servicio episcopal: 'Que puedan tener vida', expresa claramente este sentido y esta necesidad de comunicar el amor de Cristo, que dona vida", con estas palabras Su Exc. Mons. Alexander Cho, de 62 años, el nuevo Obispo de Pyay en la parte central de Myanmar, expresa en una entrevista con la Agencia su intención pastoral. Mons. Cho es conocido cariñosamente entre sus fieles como "el obispo americano", ya que proviene de una experiencia pastoral en los Estados Unidos, en la diócesis de Salina en el estado de Kansas.
De la experiencia en los EE.UU., dice, "voy a tratar de extraer lo mejor,como la buena organización y la capacidad de delegar, elementos que pueden beneficiar la eficacia de la labor misionera, contribuyendo al crecimiento y al desarrollo de la diócesis de Pyay”.
El Obispo que tomo posesión el pasado febrero, ha dedicado los primeros meses de su servicio pastoral a conocer la zona, para tomar contacto con el clero, los religiosos, los laicos, las comunidades diocesanas, pero también con la realidad social y las instituciones civiles.
“A nivel pastoral - dice a Fides después de un viaje en la diócesis – me he encontrado una comunidad viva, que goza de la suficiente libertad de culto, aunque las actividades públicas, tales como procesiones, deben ser autorizadas. A nivel social, sin embargo, existen varias restricciones, pero la Iglesia logra realizar sus actividades para ayudar a la gente".
Su plan pastoral prevé: "dar prioridad a la evangelización", trabajar "en la renovación espiritual y en la formación del clero, de los religiosos y de los laicos", comprometerse "en la promoción social y económica de la población, especialmente en la educación”.
Todo esto es posible a pesar de que los cristianos en Myanmar se encuentran en condiciones que a veces son muy difíciles, comenta el Obispo, "teniendo que hacer frente a los desafíos de los derechos humanos, la justicia la libertad y la paz". Pero los fieles "aceptan ser ciudadanos birmanos, comparten el sufrimiento de los otros ciudadanos de Birmania, y tratan de trabajar incansablemente en el ámbito de la justicia y la paz, sin violencia pero con amor". El Obispo, dicen sus fieles, es una persona que predica con el ejemplo; es paciente, misericordioso, humilde, dispuesto al diálogo y al sacrificio por el prójimo. (PA) (Agencia Fides 21/5/2011)