Jiangmen (Agencia Fides) - En la iglesia catedral del Sagrado Corazón de María en Jiangmen, en la provincia de Guangdong, tuvo lugar el miércoles, 30 de marzo la ordenación episcopal de la Su Exc. Mons. Paul Liang Jiansen, de 46 años de edad y 19 años de sacerdocio. Ha sido aprobado por la Santa Sede para el cargo de Obispo de la Diócesis de Jiangmen (Kongmoon). Las Autoridades chinas han autorizado su ordenación.
La solemne liturgia fue presidida por Mons. Giuseppe Gan Junqiu, Arzobispo de Guangzhou, asistido por Mons. Giuseppe Liao Hongqing de Meixian y Mons. Paolo Su Yongda de Beihai. Tomarón parte en la celebración los Obispos Giovanni Battista Tan Yanquan de Nannning, Giovanni Battista Li Suguang de Nanchang y Giuseppe Shen Bin de Haimen. Todos estos Obispos están en comunión con la Santa Sede y son reconocidos por el Gobierno. Mons. Paolo Liang dijo que estaba feliz de haber sido ordenado por sus compañeros de seminario en una celebración, que se celebró en un clima muy tranquilo.
En la celebración estuvieron presentes, junto con la madre y los familiares del recién ordenado, más de un millar de fieles que pertenecen a su diócesis o provenientes de las provincias de Guangdong y Shanxi, así como Hong Kong y Macao.
Mons. Liang nació el 6 de mayo de 1964. Habiendo completado sus estudios en el seminario regional de Wuhan, en Hubei, fue ordenado sacerdote el 8 de diciembre de 1991. Ha servido a la diócesis primero como párroco (1995-2004) y luego como vicario general de su predecesor, que murió en 2007.
La diócesis de Jiangmen en la actualidad cuenta con una decena de sacerdotes, treinta religiosas y alrededor de 20.000 fieles , distribuidos en 20 parroquias. Esta diócesis tiene un lugar especial en la historia de la Iglesia en China: en la isla de Shangchuan, que ahora es parte de la diócesis, murió San Francisco Javier en 1552. El santuario, que conmemora la muerte del santo misionero jesuita, es ahora un lugar de peregrinación. Al norte de la diócesis se encuentra la ciudad de Zhaoqing, donde el padre Matteo Ricci pasó tres años, construyó una iglesia y se preparó para su misión sucesiva en el continente. Mons. Liang pretende mirar el espíritu y la obra de estos dos grandes misioneros jesuitas por su gran labor de evangelización. "Mi cruz es pesada – ha dicho -, pero confío en el Señor que me ha dado este ministerio episcopal. Una prioridad será fortalecer la formación espiritual de los sacerdotes y las religiosas y comenzar lo antes posibles cursos de formación para laicos”. (Agencia Fides 8/04/2011)