ASIA/BANGLADESH - Sanciones más severas para aquellos que desfiguran a las mujeres con ácido: un fenómeno en declive

sábado, 12 febrero 2011

Dacca (Agencia Fides) – Disminuyen las agresiones con ácido que desfiguran a las mujeres: la tendencia es bien recibida por la Iglesia y las organizaciones para la protección de los derechos humanos. El gobierno ha tomado medidas preventivas (como las restricciones en la venta de ácidos al por menor) y penas más severas para combatir el fenómeno de las agresiones con ácido contra las mujeres. Los datos confirman una disminución positiva: de acuerdo con la "Acid Survivors Foundation” (ASF), una ong local que monitorea el fenómeno, en 2010, los casos denunciados fueron 153, mientras que en 2002 había 490. Entre el 2000 y el 2009, el número total de casos ha llegado a los 2.198, pero sólo 439 culpables han sido procesados.
El fenómeno, definido como "una especie de terrorismo de genero", afecta a las mujeres que rechazan propuestas de matrimonio o se oponen a la voluntad y los deseos de los hombres. Para las venganzas de los hombres que hacen de una mujer su victima existe una tolerancia tácita y, con frecuencia, también la impunidad.
"Estamos contentos de que, a nivel estatal, haya aumentado la conciencia de la necesidad de poner fin a esta horrible práctica, hija de una mentalidad machista que considera inferiores a las mujeres y sin ninguna dignidad", dice a Fides el p. Silvano Garello, un misionero javeriano que está desde hace años en Bangladesh. El misionero continua: "Es una señal que en la sociedad y la política está ganando posiciones la conciencia de la necesidad del respeto a la dignidad y los derechos de las mujeres. La condición de la mujer está mejorando lentamente: ahora la educación femenina es obligatoria hasta la clase X (es decir, aproximadamente 15 años de edad), y esto es, por ejemplo, una buena razón para posponer los matrimonios (a menudo son esposas-niñas)".
Además, "las organizaciones cristianas, tales como Caritas y World Vision promueven proyectos para mejorar las condiciones sociales y económicas de las mujeres. Hoy en día hay mujeres empresarias, artesanas y comerciantes en Banglaesh, hay escritoras y mujeres que participan en la política. Se abre paso, aunque con dificultad, la creencia de que la mujer posee la independencia, la autonomía y la libertad. La Iglesia trabaja en esta dirección, especialmente en el ámbito de la educación, que es el elemento clave para cambiar la mentalidad", concluye el misionero. (PA) (Agencia Fides 12/2/2011)


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