ASIA/CAMBOYA - A pesar de la caída de los contagios la discriminación contra los leprosos sigue siendo alta.

lunes, 3 enero 2011

Phnom Penh (Agencia Fides) – A pesar de los considerables progresos realizados para limitar la propagación de la lepra, aún existe una gran discriminación contra las personas afectadas por esta enfermedad. Algunos creen erróneamente que es incurable y contagiosa, y tienen miedo de tocar a los que la padecen, de darles la mano, comer juntos, utilizar los mismos servicios públicos. Hay muchos enfermos que no pueden llevar a cabo trabajos manuales y son aislados. Muchos se niegan a comprar comida o cualquier otra cosa si temen que el dueño de la tienda pueda ser un leproso. Muchos pacientes dicen que no tienen problemas para obtener los medicamentos, pero tienen dificultad para hablar con el personal médico que también está convencido de la contagiosidad de la enfermedad, marginándoles socialmente.
Según las estadísticas del International Committee de la Orden de Malta (CIOMAL), organización sin fines de lucro con sede en Ginebra, que sostiene el centro de Phnom Penh, en Camboya cada año se habla de 300 nuevos casos. En el país, según cuanto informa la Organización Mundial de la Salud (OMS), han sido registrados unos 500 casos, menos de un tercio en comparación con hace dos décadas. Desde que en 1998 se elimino la lepra a nivel nacional, la tasa de contagios se ha mantenido estable en general. A nivel mundial, la enfermedad afecta sobre todo a los más pobres de entre los pobres. En 2008, la OMS ha registrado alrededor de 250 mil nuevos casos, sobre todo en Asia y en África. En los últimos 20 años fueron tratados más de 14 millones de enfermos de lepra. Camboya tiene una tasa de 0,2 contagios por cada 10 mil personas. (AP) (3/1/2011 Agencia Fides)


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