París (Agencia Fides) – Una vasta obra de movilización y petición internacional para abrogar la así llamada “Ley sobre la blasfemia” en vigor en Pakistán, que afecta a las comunidades cristianas del país: es esta la iniciativa lanzada por las sección francesa de “Ayuda a la Iglesia que Sufre” (ACS) el 7 de junio pasado y que en tres días ha alcanzado más de 2.000 adhesiones de todo el mundo.
“Es extraño que AIC se exponga públicamente para pedir la abolición de una ley en un estado soberano”, comentó la organización en un mensaje enviado a la Agencia Fides. “Pero esta ley, que debería servir para proteger lo sagrado, es utilizada desde hace tiempo para oprimir y perseguir las minorías religiosas en Pakistán, incluidos los cristianos”, que representan el 1,6% de la población. ACS ha recogido las apelaciones de Mons. Joseph Coutts, Obispo de Faisalabad, quien trabaja desde hace muchos años para la abolición de esta ley. Junto a él está toda la Iglesia pakistaní, unida en el pedir la cancelación de una medida retenida “inicua y discriminatoria”.
“La ley es ambigua: una persona puede ser acusada sin pruebas, es utilizada a menudo para conflictos personales y para saldar cuentas. Es una auténtica violación de los derechos humanos”, explica Marc Fromager, responsable de ACS – Francia quien, además de la petición, invitó a todos los fieles del mundo a una “gran cadena de oración por todas las víctimas de la ley y por sus familias”.
En el texto de la petición se lee: “pedimos al gobierno de Pakistán abrogar inmediatamente la ley sobre la blasfemia, en particular el parágrafo 295C del Código Penal que prevé la pena de muerte para los culpables; pedimos al gobierno garantizar los derechos de todas las minorías religiosas del país; nos unimos a la gran cadena de oración por el pueblo pakistaní”.
Desde 1986 a octubre de 2009, más de 1.000 personas han sido acusadas por la ley sobre la blasfemia. Hasta 1986 – explican las fuentes de Fides – no existían en Pakistán casos de acusaciones de blasfemia. Desde 1986 en adelante – cuando el general Zia-ul-Haq promulgó la ley – han aparecido casos de blasfemia por todos lados. La medida continúa causando un encendido debate en la sociedad pakistaní.
La “Comisión Nacional para los Derechos Humanos” y otros grupos de la sociedad civil, incluidos musulmanes, se oponen abiertamente a esta ley. Algunos grupos islámicos fundamentalistas, sin embargo, la sostienen. El Ministro Federal para los Asuntos de las Minorías, Shahbaz Batti ha pedido su “revisión”; otros, como la Iglesia Pakistaní, piden su cancelación inmediata. La Conferencia de los “Jamiat Ulema de Pakistán” (JUP) la retiene más bien “intocable” y amenaza realizar duras protestas en caso contrario.
La “ley sobre la blasfemia” incluye los artículos 295b, 295c, 298a, 298b y 298c del Código Penal Pakistaní y prevé la cárcel o incluso la pena capital para cuantos insultan o profanan el nombre del Profeta Mahoma o del Corán.
Ayuda a la Iglesia que Sufre es una asociación internacional de derecho pontificio que trabaja en la defensa de los cristianos oprimidos y perseguidos, en 137 países del mundo. (PA) (Agencia Fides 9/6/2010 líneas 37, palabras 515)