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Ta Om (Agencia Fides) – “Ta Om es el símbolo de la Resurrección de Dios. En la sufrida experiencia de la gente de esta aldea, durante la guerra y la persecución, el Señor estuvo presente. Ahora Dios dona su gracia, en el gozo del Bautismo. El Señor de la vida bendice a todos aquellos que lo buscan en esta comunidad, renacida de las cenizas”: es cuanto ha dicho el Prefecto Apostólico de Battambang, Su Exc. Mons. Enrique Figaredo, participando hace algunos días en las celebraciones de los 130 años de vida de la comunidad católica de la aldea de Ta Om, en la provincia de Banteay Meanchey. Se trata de una pequeña comunidad, pobre pero ferviente en el espíritu, nacida en 1880 y que sobrevivió con valor a la guerra y a la persecución, incluso durante el destructivo régimen de Pol Pot.
Según cuanto fue referido a Agencia Fides por la Iglesia local, el evento de los 130 años fue celebrado con una fiesta con más de 800 participantes, incluso el Nuncio Apostólico. Su Exc. Mons. Salvatore Pennacchio. Este presidió una solemne celebración eucarística en la que recibieron el bautizo 20 adultos y 8 niños, “signo del renacimiento y nueva esperanza para esta pequeña, antigua comunidad”. En efecto se trata de los primeros bautizos celebrados en la iglesia de Ta Om, un edificio gótico del siglo XIX – en los últimos 40 años, cuando el régimen de los Khmer rojos había tratado de destruir todo rastro de fe en el país, llegando en modo capilar hasta la aldea de Ta Om.
El Nuncio Apostólico inauguró además una nueva biblioteca y un nuevo Centro Pastoral dedicado a Benedicto XVI, que se agrega a las obras sociales ya presentes en la comunidad.
Desde su fundación, por obra del misionero francés P. Alfonso Misner, la pequeña iglesia de Ta Om ha seguido con amor las necesidades de la población del territorio: gracias a la presencia de la congregación de las Religiosas de la Providencia (Portieux), abrió una escuela primaria y una clínica que dan un precioso servicio de instrucción para los niños y el cuidado de los enfermos. (PA) (Agencia Fides 24/4/2009; líneas 24, palabras 372)
