ASIA/INDONESIA - Unos 140 mil indonesios mueren de tuberculosis cada año: las cárceles del país están sobre pobladas y facilitan el contagio

lunes, 25 enero 2010

Jakarta (Agencia Fides) – El amontonamiento, la insuficiencia de personal médico y la falta de fondos están amenazando seriamente los esfuerzos por contener la difusión de la tuberculosis en la cárcel de Indonesia. Según el Ministerio de la Justicia, en las 422 prisiones del país hay más de 140 mil detenidos, y estas solo podrían contener 80 mil. El gobierno inició en el 2004 un programa de control de la TB en las cárceles adoptando el así llamado Directly Observed Treatment (DOTS), una estrategia para detectar y seguir un tratamiento recomendada por la OMS. Sin embargo hasta el momento son solo 122 detenidos en 17 de las 33 provincias del país los que se han beneficiado del programa sostenido por el Global Fund. En una nota el responsable de estrategia de control de la TB y director general del sistema carcelero Daniel Rasjid afirmó que “el problema principal es la sobre población que facilita la difusión de enfermedades y de la TB, que es de más fácil difusión que el VIH en cuanto no tiene necesidad del contacto físico”.
Toda persona contagiada por la TB, y que no ha sido curada, puede infectar entre 10 y 15 personas al año. Según los datos del Ministerio de Justicia, en el 2009 a causa de la TB fallecieron 90 detenidos en todo el país, tras los 150 del año anterior. Según la OMS, Indonesia, cuarto país más poblado del mundo con 230 millones de habitantes, tiene la tercera tasa de TB más alta del mundo. Unos 140 mil indonesios mueren por esta enfermedad cada año, segunda causa principal de muerte tras las cardiacas. Según una investigación del Ministerio de Salud, en el 2005 el 1.7% de detenidos tenía TB. Además de la sobre población de las cárceles, contribuye a la difusión de la enfermedad la penuria de médicos especialistas, la sanidad precaria y un escaso monitoreo del movimiento de los detenidos. Las cárceles de las provincias de Aceh y Papua no tienen médicos fijos mientras en zonas como Maluku, East Nusa Tenggara y West Nusa Tenggara, un doctor está encargado únicamente de seguir a los detenidos de todas las cárceles. Los médicos que trabajan para la sanidad pública visitan irregularmente las prisiones, a veces una vez cada dos semanas. (AP) (25/1/2010 Agencia Fides; líneas 25, palabras 397)


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