Tegucigalpa (Agencia Fides) –Honduras será llamado el domingo 29 de noviembre a las discutidas elecciones presidenciales, que la mayoría de los países latinoamericanos no considera legítimas, pero que podrían ser reconocidas por los Estados Unidos de América y con ello dejar a la espalda la crisis política de la nación luego del golpe de estado del 28 de junio pasado.
Los gobiernos de las naciones de América Latina, con el líder de Brasil y Venezuela a la cabeza, afirman que las elecciones convocadas por un gobierno “de facto” como es el de Roberto Micheletti, no son legítimas. Los Estados Unidos, aún condenando el golpe de Estado, ha recientemente cambiado su posición, afirmando que las elecciones se pueden realizar conforme a las leyes internacionales y si el Congreso hondureño vota por el retorno del depuesto presidente Manuel Zelaya (meta no alcanzada el mes de octubre). En dicha ocasión (8 de octubre) los Obispos de Honduras habían publicado un comunicado en el que, citando al Papa Benedicto XVI, pedían una solución inmediata con la participación del pueblo, considerando la difícil situación que vive el país: “no podemos continuar en condiciones de incertidumbre, de tensiones personales y sociales, para terminar en una debacle económica. Es urgente encontrar una solución justa, pacífica y acordada que garantice la convivencia pacífica y una auténtica vida democrática”.
El Congreso, sin embargo, votará por el regreso de Zelaya el 2 diciembre, luego de las elecciones, a las cuales no asistirán los observadores de la Organización de los Estados Americanos (OEA) ni tampoco los del Centro Carter. Hay cinco candidatos en lista, entre los cuales el favorito es Porfirio Lobo, del Partido Nacional. (CE) (Agencia Fides 27/11/2009; líneas 21, palabras 284)