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Honiara (Agencia Fides) - La experiencia de San Pablo es para la Iglesia una gran llamada a la "radicalidad": es cuánto afirman numerosos exponentes de la comunidad católica en las Islas Salomón, reflexionado sobre el Año Paulino, el acontecimiento que la Iglesia universal celebra del 28 de junio de 2008 al 29 de junio de 2009.
Diversas intervenciones sobre este tema se han publicado y difundido en el periódico católico de las islas Salomón "Voice Katolika" y se han convertido en objetos de discusión y profundización en parroquias, escuelas, asociaciones y diversas realidades eclesiales del archipiélago.
El sacerdote dominicano P. Henrio Paroi, Vicario de la Provincia dominicana de Oceanía, en una intervención titulada “Pablo, un misionero radical", pone el acento sobre la necesidad de inspirarse en el apóstol para recobrar aquel "carácter" de radical misionera” que debería caracterizar todas las actividades de la Iglesia local y cada gesto de los individuos fieles cristianos en su vida cotidiana. "Tenemos que redescubrir las motivaciones de San Pablo, su personalidad y sus comportamientos, en cuántos que ellos pueden ser de gran ayuda en la obra de la Iglesia en las islas Salomón", indica el p. Paroi, citando "la predicación del Apóstol; su actitud de sobriedad hacia el dinero (que con frecuencia no aceptaba); el hacer crecer en autonomía a las Iglesias locales."
En otro artículo, el P. Frank Vargas, misionero Lazzarista, afirma que la "radicalidad de San Pablo lo convierte en modelo de nuestro discipulado". Explicando lo que significa "ser radicales discípulos de Cristo", recuerda el pasaje de la Carta a los Romanos (Rm 14,8) que afirma: "En vida o en muerte, nosotros somos de Dios", llevado a la práctica por San Pablo en su existencia. Este espíritu – señala el p. Vargas - lo acompañó en su enfermedad y debilidad, en la perseverancia del anuncio, en el don total de si para la evangelización. Actitudes que hoy los fieles están llamados a hacer propios.
El P. Cor Hoomayers, Canciller de la archidiócesis de Honiara, señala que San Pablo fue radical "en el sentido de ir a las raíces de su fe", que para él se remontan al encuentro con Dios en el camino de Damasco. San Paolo encontró "el Cristo desnudo, rechazado por su gente, rechazado por su propia comunidad". San Pablo, concluye, nos enseña que "el amor es la base de la vida cristiana: preguntémonos si esto vale también para la vida en nuestras comunidades eclesiales”. (PA) (Agencia Fides 15/1/2009 Líneas: 30 Palabras: 411)
