AFRICA/SOMALIA - Un conflicto cada vez más internacional

viernes, 2 mayo 2008

Mogadiscio (Agencia Fides) - Muerte de un presunto miembro de la red terrorista Al Qaida por parte de las fuerzas armadas de los Estados Unidos, tensiones en el puerto de Bosaso; centro del tráfico de todo tipo de mercancías y punto de partida de los piratas que pueblan el estrecho de Bab el Mandeb; ataque contra la fuerza de paz de la Unión Africana en Somalia (AMISOM): el conflicto civil somalo se ha convertido en una guerra internacional, de la que sin embargo no se sabe mucho. Recientemente el Papa Benedicto XVI lanzó un llamado en favor del pueblo somalo (ver Fides 28 y 29 de abril de 2008).
Desde 1991, con la caída del régimen de Siad Barre, Somalia vive en medio del caos. Desde entonces el país está dividido en tres áreas. El Somaliland, la parte septentrional, ex colonia británica, se ha proclamado independiente (pero ningún Estado la ha reconocido) y vive en una situación de relativa estabilidad. El Puntland, región central donde está Bosaso, funciona con una administración autónoma pero formalmente sigue siendo parte de Somalia. También Puntland goza de una relativa estabilidad, pero hay tensiones en torno al control del tráfico legal e ilegal (personas, armas, drogas). Somaliland y Puntland sostienen, además, una disputa fronteriza que ha causada algunas escaramuzas entre las respectivas formaciones militares. El resto del país, formalmente bajo el control del gobierno nacional de transición instalado en Mogadiscio, vive en situación precaria a causa del conflicto que opone las tropas gubernativas, apoyadas por las etiópicas, a las milicias de las cortes islámicas que detentaban el poder hasta antes de ser puestas a un lado por la intervención del ejército de Addis Abeba. Los militares etiópicos debían ser sustituidos por AMISOM, pero esta fuerza panafricana es débil y escasa de medios. De los 8 mil hombres previstos, han sido desplegados tan sólo 2.500 (1650 militares ugandeses y 850 burundeses). También el AMISOM, como contingente etiópico (que es el mejor armado y organizado entre los ejércitos presentes en Somalia), se ha puesto en la mira de los atentados cometidos por las milicias de las cortes islámicas. El 1° de mayo una bomba explotó mientras pasaba un convoy ugandés por la calle del aeropuerto de Mogadiscio.
A esto se agrega la “guerra de baja intensidad” conducida por los militares estadounidenses contra las redes de terroristas islámicas que, según Washington, se esconden en Somalia, protegidas por comunidades tribales o religiosas y al reparo de la intervención de las fuerzas del orden local, de hecho inexistentes o al menos impotentes. De tanto en tanto las fuerzas armadas americanas lanzan ataques aéreos y con misiles contra los líderes terroristas rastreados por los servicios de inteligencia. Entre ellos está Aden Hashi Ayro, muerto junto con otras 11 personas (entre ellas mujeres y niños) en el bombardeo de una habitación de su ciudad natal, Dhusamareb, en el centro de Somalia. Ayro, que había recibido un adiestramiento en los campos para terroristas en Afganistán, era considerado responsable del asesinato de algunos agentes humanitarios extranjeros en Somalia. Se trata del cuarto ataque conducido por militares estadounidense contra terroristas islámicos en Somalia desde el 2007. El ataque habría sido realizado con misiles lanzados desde naves estadounidense que patrullan las aguas somalíes, donde las marinas occidentales están reforzando su presencia para hacer frente no sólo al terrorismo sino sobretodo a la piratería, cuyas bases se encuentran en Puntland.
La piratería y tal vez el tráfico ilegal, que hacen de Bosaso un centro estratégico, han sido la causa de la balacera que involucró a la escolta del Ministro de Seguridad de Puntland en el área portuaria de la ciudad. La prensa local afirma que la situación en Puntland está haciéndose cada vez más precaria a causa del fortalecimiento de las milicias que desafían a las fuerzas del orden locales, así como del aumento de los enfrentamientos armados y del crecimiento descontrolado de la piratería. Por este motivo, una sociedad australiana ha suspendido las prospecciones petrolíferas en el área. Tanto Somaliland como Puntland han concedido a sociedades extranjeras contratos para efectuar prospecciones en búsqueda de petróleo y de gas. Petróleo y Terrorismo son dos motivos más que suficientes para explicar la ingerencia de diversas potencias extranjeras en Somalia. (L.M.) (Agencia Fides 2/5/2008)


Compartir: