Nairobi (Agencia Fides)- Mientras continúa la polémica sobre el rol de las Compañías Militares Privadas (PMC) en Irak, en Nairobi (Kenya) se ha tenido una conferencia sobre como usar a los “contractors”, es decir a los mercenarios, en las operaciones de peacekeeping en África.
En el encuentro han participado agencias de las Naciones Unidas, Organizaciones No Gobernativas, representantes de varios gobiernos y numerosos PMC. Las compañías del sector se han reunido bajo una misma asociación la International Peace Operations Association (IPOA), que ya desde hace un tiempo está llevando adelante una campaña de presión ante los gobiernos occidentales y africanos, así como ante las agencias internacionales para presentar a las compañías militares privadas como las mejor preparadas para sostener los esfuerzos de paz de la comunidad internacional.
No hay duda que algunas misiones de peacekeeping en África tienen dificultades para recibir apoyo de los gobiernos occidentales, que se resisten a comprometer hombres y medios por años en zonas no estratégicas. Estas misiones son llevadas a cabo por militares de países pobres que ven el uso de los propios soldados como un motivo de prestigio o por razones económicas (los soldados son pagados por la ONU). Pero estos ejércitos necesitan de una estructura logística compleja que la ONU se ve en la necesidad de darles. Las Naciones Unidas a su vez se ven obligadas a pedir ayuda a los gobiernos occidentales, que por esta razón ven con simpatía el uso de los “contractors” privados en estas tareas.
Las PMC en efecto, no se presentan como reemplazos propiamente de los “Cascos Azules” del ONU o de los “Cascos Verdes” de la Unión Africana, pero ofrecen una importante ayuda en el campo logístico, del transporte, del adestramiento y de la llamada “expertise” es decir en la planificación de las misiones y en su gestión.
No es un regreso a los mercenarios a la “Bod Denar”, fallecido recientemente: grupos de soldados al azar al servicio de una u otra potencia o del dictador de turno. Las nuevas compañías militares privadas se presentan en modo profesional y se están reorientando como apoyo de las misiones de paz. Sus clientes o interlocutores no son los servicios secretos de las ex-potencias coloniales, sino los gobiernos, las agencias de la ONU, la Unión Africana, las organizaciones no gobernativas etc. Sin embargo la experiencia iraquí muestra como las agencias contratadas para la logística, para proteger el propio personal y sus instalaciones, contratan guardias armados de otras empresas. Son precisamente estos “peacekeeper” los que han provocado graves incidentes con los civiles. Es necesario por lo tanto evaluar bien las ventajas y desventajas antes de tomar una decisión que puede tener graves consecuencias para la población africana ya duramente probada por conflictos como los de Darfur o del este de la República Democrática del Congo. (L.M.) (Agencia Fides 25/10/2007 líneas 35 palabras 476)