Roma (Agencia Fides) - En la pasada década África ha perdido 20.000 trabajadores cualificados al año y esta tendencia continua, según la Organización Internacional para las Migraciones. Se trata de la forma más grave de empobrecimiento del continente que hipoteca el futuro de las nuevas generaciones y frena el desarrollo de los Países africanos.
Paradójicamente África gasta cada año 4.000 millones de dólares para contratar a expertos extranjeros para hacer frente a la falta de personal cualificado. El 35% de las ayudas al desarrollo donadas al continente son por lo tanto empleadas para pagar los sueldos de expertos y cooperadores no africanos.
Las causas de la “emigración de cerebros" de África son diversas: un mercado del trabajo rancio y poco desarrollado, la corrupción que, unida a formas de tribalismo y nepotismo, lleva a asunciones en el sector público según criterios de "fidelidad” y cercanía al gobernador de turno y no según criterios de mérito, la atracción de las opulentas sociedades occidentales, las condiciones sociales, económicas y políticas del País de origen, que empujan a trabajadores cualificados y no cualificados a buscar situaciones mejores. Sobre este último punto se recuerda el ejemplo de Zimbabwe, uno de los Países más avanzados de África, que a causa de la crisis alimentada por la política de distribución de las tierras de los colonos europeos, realizada con el único criterio de favorecer a los partidarios del régimen al poder, ha visto una fuga en masa de los trabajadores más cualificados, que han encontrado una nueva vida en Sudáfrica, Botswana, Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos.
Para hacer frente a este fenómeno hacen falta esfuerzos comunes, entre los Países de emigración y los de acogida. En primer lugar se debe favorecer el mantenimiento de los contactos de los emigrantes con su País, sobre todo con vistas a su "participación virtual" al desarrollo de sus comunidades de origen. Esto se produce por medio de las remesas enviadas a familiares y conocidos: según datos del Fondo Monetario Internacional cada año las remesas de los emigrantes africanos suman 17 mil millones de dólares (2 mil millones de dólares más de lo que recibe África en inversiones directas extranjeras). Las remesas de los emigrantes deben ser administradas para crear verdaderas oportunidades de desarrollo y trabajo, y frenar así la fuga de cerebros. (L.M) (Agencia Fides 21/3/2007 Líneas: 29 Palabras: 392)