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Avona
Manama (Agencia Fides) – Las Iglesias y Catedrales Jubilares del Vicariato Apostólico de Arabia del Norte (AVONA) han abierto sus puertas para recibir a fieles y peregrinos en busca de inspiración, sanación y un renovado sentido de pertenencia. La Catedral de Nuestra Señora de Arabia (OLA) en Awali, Bahréin; la Concatedral de la Sagrada Familia y el Santuario de Nuestra Señora de Arabia en Ahmadi, ambos en Kuwait; y la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario en Doha, Qatar, fueron designadas Iglesias Jubilares mediante la bula Spes non confundit, emitida por el Papa Francisco el 9 de mayo de 2024.
Estas iglesias han invitado a todos los peregrinos del Vicariato, el cual abarca Bahrein, Kuwait, Qatar y Arabia Saudí, a emprender un viaje hacia la fe, la redención y la renovación espiritual.
“Debemos expresar nuestra 'Esperanza' en este mundo difícil y ser testigos de nuestra fe y de su renacimiento. Este año se nos invita a ser testigos de la 'Esperanza', a participar en la peregrinación, a arraigar nuestra fe en Cristo y a estar unidos en la Iglesia universal”, ha afirmado el Vicario Apostólico Aldo Berardi, O.S.T., durante su homilía en la misa inaugural del Año Jubilar celebrada en la Catedral de Nuestra Señora de Arabia (OLA) en Awali, Bahréin.
El inicio del Jubileo también ha estado marcado por misas solemnes en Qatar y Kuwait. Ambas ceremonias fueron presididas por el Nuncio Apostólico Eugene Martin Nugent.
Las celebraciones jubilares han ocupado un lugar especial en la tradición católica, siendo un tiempo de misericordia, reflexión y peregrinación. Al designar iglesias específicas, el Papa Francisco invita a experimentar el profundo amor de Dios, para que los peregrinos encuentren refugio espiritual en la oración y fortalezcan su fe a través del espíritu comunitario, se lee en una nota recibida por la Agencia Fides del responsable de la oficina de prensa de AVONA.
La designación de Iglesias y Catedrales Jubilares es significativa en la complejidad de la vida moderna, desde las luchas personales hasta los retos sociales. El mensaje de esperanza se convierte en un faro de luz en un mundo a menudo oscurecido por la desesperación y la división. El significado del decreto del Santo Padre no se limita a los muros de estas Iglesias jubilares; es una invitación a todos a reconocer la naturaleza universal de la misericordia y el amor de Dios. Una invitación a abrazar el espíritu de hospitalidad y a cultivar una cultura de compasión en nuestras comunidades.
(AP) (Agencia Fides 10/1/2025)
