Lahore (Agencia Fides) – Responsables del gobierno, organizaciones de la sociedad civil y miembros de la comunidad cristiana recordaron y celebraron el primer aniversario de la violencia ocurrida en Jaranwala, ciudad del Punjab paquistaní, el 16 de agosto de 2023.
Tras la acusación de presunta blasfemia contra un cristiano local, más de veinticinco iglesias y cientos de hogares cristianos fueron saqueados e incendiados, dejando a cientos de familias traumatizadas y despojadas de todo lo que poseían.
Como recuerda la “Cecil & Iris Chaudhry Foundation” de Lahore, que apoya a las familias afectadas, “un año después de los trágicos acontecimientos, la justicia sigue siendo difícil de alcanzar”. En el encuentro organizado en Lahore por la Fundación, los expertos hablaron de distintos temas como la implementación del artículo 10 de la Constitución, que garantiza un juicio justo a todos los ciudadanos; el artículo 25, que apoya la igualdad de la ciudadanía ante la ley; o el artículo 36, que garantiza la protección de los derechos de las minorías religiosas en Pakistán.
Los representantes de distintas organizaciones de la sociedad civil, que también intervinieron, expresaron su preocupación por el creciente ambiente de extremismo, subrayando la responsabilidad del Estado de proteger a los más vulnerables de la sociedad.
El encuentro también contó con testimonios de las víctimas de Jaranwala, que siguen sufriendo discriminación social, económica y religiosa tras los ataques. Un factor muy importante, que no se tiene tanto en cuenta, es el daño psicológico y el trauma. Un experto en salud mental habló de los efectos de tales incidentes en grupos vulnerables, como mujeres y niños, y expuso cómo abordar estos desafíos para restaurar la fe en la humanidad y ayudar a las víctimas a reconstruir sus vidas. Los participantes pidieron medidas urgentes y debatieron sobre posibles soluciones para prevenir este tipo de tragedias en el futuro, uniéndose en su petición de justicia para las víctimas de Jaranwala.
Michelle Chaudhry, católica, presidenta de la “Cecil & Iris Chaudhry Foundation”, aseguró: “Un año después de la violencia, la gente sigue sufriendo en Jaranwala. Ese desafortunado día en Jaranwala no slo quemaron casas e iglesias, quemaron los principios de la humanidad, quemaron la esperanza, la confianza y los sueños. Quemaron el Pakistán de Ali Jinnah y ninguno de los culpables ha sido llevado ante la justicia. Es evidente que el Estado no ha sabido proteger a las familias cristianas de Jaranwala. Ha llegado el momento de que las autoridades desempeñen su papel en la protección de las vidas y los bienes de todos los ciudadanos, independientemente de su fe. Los responsables de estos actos de violencia deben ser juzgados según la ley. No podemos permitir que esto continúe. La impunidad ante la violencia en Pakistán tiene que terminar”.
“Aprovecho esta oportunidad para dar las gracias a todos nuestros amigos en Pakistán y en todo el mundo. Su generosidad nos ha permitido proporcionar toda la ayuda posible a las familias traumatizadas de Jaranwala”, añadió Michelle Chaudhry, reiterando que su organización sigue comprometida contra la injusticia, la intolerancia religiosa y la violencia contra los oprimidos en la sociedad.
(PA) (Agencia Fides 26/8/2024)