Prefettura Apostolica di Ulan Bator
Ulan Bator (Agencia Fides) - "Hace sólo unos meses era impensable que un día nos encontraríamos aquí diciendo: 'El Santo Padre nos visitará pronto'". Con estas palabras el Cardenal Giorgio Marengo, Prefecto Apostólico de Ulan Bator, expresa el sentimiento de sorpresa agradecida con el que la pequeña comunidad católica se prepara para recibir al Papa Francisco, que visitará Mongolia del 1 al 4 de septiembre. En la mañana del viernes 7 de julio, el cardenal Marengo ha presentado e ilustrado en Ulan Bator el programa, el logotipo y el lema del viaje papal, difundidos ayer por la Oficina de Prensa de la Santa Sede (véase Fides 6/7/2023). En un encuentro al que han asistido los misioneros y misioneras presentes en Mongolia, el Prefecto Apostólico ha recordado el alcance y todo lo que sugiere la que será la primera visita de un Papa a un país en el que actualmente hay unos 1.500 católicos bautizados. El Cardenal - indica un informe del encuentro difundido por la Prefectura Apostólica de Ulan Bator y recibido en la Agencia Fides - ha recordado que el Papa Juan Pablo II tenía previsto visitar Mongolia en 2003, pero los planes fueron cancelados debido al empeoramiento de su estado de salud. "Aquí estamos, 20 años después de aquello, y unos 800 años después del primer contacto directo entre la Santa Sede y los emperadores mongoles, cuando el Papa Inocencio IV envió a su enviado el franciscano Giovanni di Pian del Carpine para encontrarse personalmente con los famosos mongoles e iniciar un diálogo pacífico". El cardenal también ha querido recordar la labor del obispo que le precedió en Ulán Bator y de quienes, en las últimas décadas, han participado en el renacimiento de la Iglesia católica en Mongolia: "Estamos recogiendo los frutos de la gran labor misionera de monseñor Wenceslao Padilla (fallecido de un infarto en septiembre de 2018, ed.) y de muchos otros misioneros, y nos estamos preparando -también en su nombre- para este acontecimiento histórico".
Durante el encuentro se han explicado también los significados del logotipo y el lema del viaje, "Esperando juntos". El Cardenal se ha centrado en las implicaciones del viaje en relación con el diálogo con otras comunidades religiosas, en un país de mayoría budista en el que la Iglesia católica sólo empezó a florecer de nuevo hace 31 años.
Durante el viaje, el Papa también se reunirá con trabajadores implicados en obras de caridad e inaugurará oficialmente la Casa de la Misericordia, un refugio con una clínica destinada a satisfacer las necesidades inmediatas de las personas sin hogar y de las víctimas de la violencia doméstica. La Casa de la Misericordia -se lee en el comunicado de la Prefectura Apostólica- representa uno de los primeros grandes proyectos emprendidos por la Iglesia católica autóctona en un país donde las obras misioneras han sostenido la fe". Y ciertamente - ha observado el cardenal Marengo - la Iglesia en Mongolia podrá atesorar la experiencia de acoger al Sucesor de Pedro, "creciendo en ese sentido genuino de ser un solo cuerpo, bien arraigado en el país".
(GV) (Agencia Fides 7/7/2023)