Singapur (Agencia Fides) - "Creo que el Espíritu Santo, a través del Papa Francisco y a través del Sínodo, nos está dando la gracia de una nueva oportunidad para renovar la Iglesia, empoderar a sus miembros y hacerlos verdaderamente evangelizadores vivos, fieles con mentalidad misionera": es lo que dice el Arzobispo de Singapur, William Goh, a la Agencia Fides después de la Asamblea Archidiocesana 2022, donde los delegados que representan a diferentes parroquias, organizaciones, órdenes religiosas, se han reunido para reflexionar sobre el camino sinodal iniciado el año pasado.
Reflexionando sobre los frutos de la asamblea, el obispo Goh explica: "Como parte del proceso de discernimiento, muchos han compartido sus alegrías, penas, aspiraciones, frustraciones, fracasos y éxitos, tanto en grupos eclesiásticos como individualmente", prosigue el prelado. "Muchos delegados me han dicho que han aprendido mucho al escuchar a los miembros del grupo, ya que han comprendido las necesidades y los retos más amplios de la Iglesia, más allá de los límites e intereses de su parroquia, ministerio u organización a la que pertenecen”. “El amor de la gente por la Iglesia", señala, "ha quedado demostrado al tomar dos días completos del fin de semana para esta Asamblea Archidiocesana. Y lo que más me consuela y me hace llorar es el hecho de que, a pesar de todas las imperfecciones y escándalos de la Iglesia, la gente sigue creyendo y esperando en una Iglesia mejor, porque es Cristo quien la dirige”, afirma. “Clérigos, religiosos y laicos somos inadecuados, débiles y pecadores. Pero el deseo de todos de colaborar y ser corresponsables de la Iglesia como miembros del Cuerpo de Cristo es intenso y está presente en los dirigentes como en todos los bautizados”, añade.
Durante los últimos días, más de 600 sacerdotes, religiosos y laicos, en representación de las 32 parroquias y de más de 200 organizaciones, institutos y oficinas archidiocesanas, se han reunido para hablar y debatir sobre el camino de la Iglesia local en Singapur. Los participantes han compartido la responsabilidad con el Arzobispo, renovando sus promesas bautismales y la llamada a ser sacerdotes, reyes y profetas, como “bautizados y enviados”.
Entre los grupos eclesiásticos presentes, los laicos dominicanos de Singapur han enviado a cinco delegados para rezar y reflexionar sobre cómo puede responder la Iglesia a los desafíos de la época actual. "El Espíritu Santo me ha concedido la gracia de empatizar con la Iglesia y su clamor. Al igual que Santo Domingo predicaba con un corazón lleno de amor por el pueblo de Dios, me he dado cuenta de que la proclamación de la fe es una proclamación de amor por Dios y su pueblo, más que un simple mensaje contra la herejía o el error", dice James Chen, del Laicado Dominicano de Singapur. "Después de dos años de aislamiento pandémico, ha sido estupendo poder estar en contacto con tantos hermanos. El Espíritu Santo ha estado realmente presente en nuestras intensas discusiones mientras nos escuchábamos profundamente unos a otros. Estos encuentros nos han ayudado a conocer mejor las necesidades espirituales de nuestra sociedad y a discernir cómo nosotros, como Orden de Predicadores, podemos ser auténticos misioneros de la Palabra de Dios", señala la Sra. Estella Young, también del laicado dominicano. "La experiencia de la confrontación sinodal muestra cómo los frutos de nuestra contemplación deben ser realmente compartidos con otros, en la evangelización de la sociedad", dice la hermana Marcia Vanderstraaten.
La archidiócesis de Singapur, que abarca toda la isla, cuenta con unos 360.000 católicos. Singapur es una nación multirreligiosa y multiétnica con una población estimada de 5,6 millones de habitantes. La mayoría de la población china es budista y la mayoría de la población malaya es musulmana. Los cristianos representan alrededor del 15% de la población.
(SD_PA) (Agencia Fides 25/6/2022)