Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "El Mes Misionero Extraordinario de octubre de 2019 con el tema "Bautizados y enviados: la Iglesia de Cristo en misión en el mundo" (www.october2019.va) se presenta como un verdadero kairòs para un diagnóstico positivamente proactivo cuya insistencia central es la conversión misionera de la fe y de la estructura eclesial": así lo ha afirmado el Secretario General de la Pontificia Unión Misional, el p. Fabrizio Meroni, Pime, en el 29º Simposio de Misionología, promovido en Burgos (7-9 de marzo de 2019 ) por la Facultad de Teología del norte de España, sobre el tema "La interpelación misionera del Papa Francisco". El padre Meroni explica: "La certeza de que la misión no solo representa la naturaleza propia de la Iglesia (cf. Ad Gentes, 2), sino que es su origen, propósito y vida, nos obliga a volver a pensar en su raíz trinitaria y su origen cristológico y pneumatológico para que Dios Padre sea glorificado y su creación tenga vida. Las relaciones intratrinitarias (procesiones y misiones) establecen el espacio teológico donde colocar a la Iglesia desde la creación en Jesucristo, a través de la redención de la Pascua abierta a su cumplimiento escatológico". "La misión hace a la Iglesia – continúa -, porque la convierte en mucho más que un instrumento para la salvación. La constituye como una comunidad de salvados porque es la verdadera familia de Dios, hijos e hijas en el único Hijo, la forma escatológica de toda la creación (Pascua, Bautismo y Eucaristía). La Iglesia, sacramento universal de la salvación (cf. Lumen Gentium, 1, 9, 48; Ad Gentes, 1; Gaudium et Spes, 45), es más que un medio o un signo que debe ser superado. La iglesia es una revelación soteriológica de la Verdad completa sobre el mundo, sobre nuestra humanidad en Dios. “La misión no responde a iniciativas humanas; el Espíritu Santo es el protagonista, el proyecto es suyo (cf. Redemptoris Missio, 21). Y la Iglesia es la sierva de la misión. No es la Iglesia la que hace la misión, mientras que la misión sí que hace a la Iglesia. Por lo tanto, la misión no es la herramienta, sino el punto de partida y el fin" (Papa Francisco, Discurso a los participantes en la Asamblea plenaria de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, Vaticano, 3 de diciembre de 2015). Por lo tanto, la misión de la Iglesia debe entenderse como una efectiva participación histórica y sacramental en las misiones que Dios
Padre confía al Hijo y al Espíritu Santo en el mundo". (...)