Santa Cruz de la Sierra (Agencia Fides) – El recibimiento de las familias y la organización a cargo de las Obras Misionales Pontificias (OMP) de Bolivia y de la conferencia episcopal locales fueron la clave del éxito del 5° Congreso Americano Misionero (CAM 5). En declaraciones a Fides los directores de las OMP de Venezuela, el padre Ender Zapata, y de México, el padre José Ayala, explican que tuvo lugar una reflexión profunda, un alegre intercambio de "la pasión misionera" y la preciosa experiencia de la misión casa por casa que permitió a los misioneros entrar en contacto con la realidad.
Como parte de un balance inicial del evento misionero continental, ambos religiosos subrayan que la misión debe ser "más ministerial que clerical" y, en particular, debe procurar que las mujeres tengan una presencia en la toma de decisiones. El padre Ayala considera que, de hecho, en muchos lugares ésto ya sucede, "pero es necesario que se haga con mayor formalidad y que las mujeres reciban el mandato de la Iglesia, ya que la mayor parte de quienes trabajan, en todas las áreas, son ellas". Por su parte, el padre Zapata sostiene: "Las mujeres dan continuidad a la evangelización y a la vida de fe en las familias y todos los días trabajan misioneramente para la Iglesia... Ellas están no solo para poner flores o quitar manteles. La mayoría de nosotros recibió la fe de su madre o de su abuela".
El CAM ha propuesto conferirle a las mujeres el ministerio de acólitas, solución que, sin embargo, no convence a todos. El director de las OMP de Brasil, el padre Mauricio Jardim explicó a Fides que todo esto salió a la luz con mucha fuerza, en particular, durante una conferencia que fue muy aplaudida. “Son principalmente las mujeres quienes llevan el Evangelio y sin ellas sería casi imposible," dijo Jardim, haciéndose eco de las palabras de la citada conferencia, en cual monseñor Santiago Silva habló inspirado por el modelo misionero de San Pablo y de sus compañeros.
El CAM5 ha mostrado una Iglesia presente, activa y preocupada por las graves situaciones que se viven en Nicaragua, en Haití y en Venezuela; así como por la política de Estados Unidos de separar a los niños, hijos de inmigrantes, de sus padres. Para la Iglesia, señala el director de las OMP de Venezuela, "estas situaciones son también oportunidades para testimoniar y estimular la opción de un Cristo vivo y resucitado, que se solidariza en medio de una realidad que habla de muerte, de violencia y de injusticia".
En los elementos menos positivos del CAM, el padre Ayala y el padre Zapata destacan la poca profundidad y el escaso tiempo dedicado a la reflexión sobre la Misión Ad gentes. “Esto es una señal de que la iglesia en América no lo asume de manera concreta, real y generosa. Nuestros países, que han recibido el don del Evangelio hace más de 500 años, hoy están intentando enviar misioneros fuera del continente e incluso a nuestros mismos poblados indígenas, para así dar continuidad a la evangelización. Y América Latina, que ha recibido tanto en términos de anuncio del Evangelio, podría enviar misioneros en las áreas hoy descristianizada que existen en Europa", enfatizó Jardim.
Incluso el mundo afro, continúa Zapata, "estuvo totalmente ausente de la reflexión. La profundización sobre la misión indígena debía haber sido mayor, porque es un sector que carece de una adecuada atención pastoral misionera ", sea por la disminución de las vocaciones que por el envejecimiento de los misioneros llegados del extranjero. Sin embargo, "la ausencia de misioneros está generando un nuevo ministerio secular”, sobre el cual, según el padre Zapata, se ha hablado poco. Incluso la presencia de testimonios "habría podido enriquecer mucho el CAM". "No podemos dejar este aspecto fuera, porque un congreso misionero no es sólo reflexión, sino también es revitalización".
En este particular, el padre Ayala recuerda lo qué se evidenció en esos días: "Se trata de compartir con los otros un encuentro con la persona de Cristo y de ayudar a que otros también lo tengan. Si para nosotros, esto es solo una referencia o una idea, no podemos dar testimonio. Y Pablo VI decía que la gente escucha más atentamente a los testimonios que a los maestros. Los santos, por ejemplo, continúan siendo eficaces, especialmente, por su testimonio".
La delegación mexicana ha apreciado la misión realizada durante la clausura del Congreso. "Se puso de manifiesto que el Señor usa muchas cosas para hacer que lo encontremos, más allá de la misa o de un retiro. Los delegados quedaron impresionados por el encuentro con la gente. En algunos casos, se demoraron hasta dos horas para llegar al hogar de familias que viven aisladas, en medio de pobreza y del abandono. Impresiona encontrar a Cristo allí lejos, solo y abandonado ". Muchos sintieron impotencia, pero vieron también despertarse el deseo de comprometerse en la tarea misionera.
Los tres directores nacionales consideran oportuno promover un mayor envío de misioneros fidei donum incluso en circunscripciones eclesiásticas cercanas, como por ejemplo los vicariatos apostólicos venezolanos, donde en el Amazonas, por ejemplo, hay solo tres sacerdotes y cuatro monjas. Ante esto, el episcopado nacional ha puesto en práctica el "diezmo misionero", que consiste en el envío de misioneros a las iglesias necesitadas.
El padre Jardim destaca la necesidad de traducir las conclusiones del CAM en planes y acciones. "Para alimentar el espíritu misionero debemos aprovechar el sínodo para los jóvenes y la Jornada Mundial de la Juventud, y usarlos también como preparación para el Mes Misionero extraordinario de octubre de 2019 ", concluye el padre Ayala.
(SM) (Agencia Fides 25/07/2018)