Wayne S. Grazio
Oaxaca de Juárez (Agencia Fides) – Para los niños de la calle no existe “la cena de Navidad”, para ellos no hay regalos. Ellos viven marginados, en el frío, debajo de los puentes, no tienen una familia y son explotados. A diferencia de muchos niños que pasan estos días festivos en alegría, los niños de la calle tienen que trabajar para obtener algo que comer. La pobreza, el hambre los hace presa fácil de los abusos, de la violencia, de la delincuencia y de la prostitución.
Estas pequeñas víctimas no sólo están expuestas a muchos riesgos, sino que además son objeto de discriminación, porque les consideran delincuentes o mendigos.
Se ven obligados a vivir en las calles por varias razones, entre ellas la pobreza, la violencia doméstica, la muerte de uno o ambos padres, la migración económica a las ciudades. Sobreviven hurgando en la basura para encontrar algo de comer, a veces mendigando y robando, y a menudo corren el peligro de caer en la prostitución y la delincuencia. (AP) (28/12/2016 Agencia Fides)