Esmeraldas (Agencia Fides) – Don Luis Fernando Criado Reca, sacerdote diocesano español de Jaén, es misionero en Ecuador desde hace 12 años y actualmente está de párroco en la zona septentrional de la provincia de Esmeraldas, en la frontera con Colombia. Se trata de una zona marginada y muy pobre, en la que viven principalmente personas de origen afroamericana, que en gran parte viven por debajo del umbral de pobreza. La Agencia Fides ha recibido su testimonio sobre el terremoto que ha desbastado Ecuador y que ha tenido su epicentro en esta zona.
“El sábado pasado, dieciséis de abril, momentos antes de iniciar la celebración de la misa en la comunidad de Lagarto, sufrimos un fuerte terremoto que nos dejó a oscuras y nos sacó de la iglesia a todos mientras la tierra seguía temblando y temblando. Pasado el susto regresamos al templo y, a la luz de las velas, celebramos la acción de gracias al Señor, entre otras cosas, porque estábamos vivos. Después fue una noche larga y oscura en la que fuimos enterándonos de las consecuencias del terrible temblor.
El sur de la provincia de Esmeraldas y en particular la provincia de Manabí, se ha visto muy afectada por el terremoto. Ciudades como Portoviejo, Manta, Canoa, Pedernales, etc, están destruidas. Después del terremoto el país se ha movilizado y la solidaridad no se detiene. Los voluntarios provenientes de cada rincón del país están trabajando en la recogida de agua, mantas y alimentos no perecederos.
Estas comunidades asoladas necesitan nuestro apoyo desde las necesidades más básicas hasta nuestra oración, pidiendo al Señor de la vida que les dé la fortaleza para afrontar con serenidad el desastre, que su fe no decaiga y sepan levantarse con ánimo para seguir adelante”.
El país está en un estado de emergencia nacional. El número de víctimas, según datos del gobierno, ha aumentado hasta alcanzar las 507, mientras que el Ministerio de Defensa estima que los desaparecidos son 231. Según otros testimonios recibidos en la Agencia Fides, no se pueden obtener cifras exactas porque aún hay pueblos de la frontera con Colombia donde no se puede llegar, porque las carreteras están completamente destruidas, y poder saber como les ha afectado la tragedia. (CE) (Agencia Fides, 20/04/2016)