Nueva York (Agencia Fides) – La devoción al Nazareno Negro de Manila no tiene fronteras, y así, mientras que todos los caminos de Manila conducen a la Basílica Menor del Nazareno Negro en Quiapo, muchos devotos en Nueva York, que no pueden volar a casa para unirse a las festejos en Manila, pueden participar en Manhattan, en la conmemoración de los 410 años de devoción popular de los filipinos al icono religioso de Jesús en su camino al Calvario.
El arzobispo Bernard Auza, Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, presidirá la Santa Misa hoy en Nueva York, que se celebrará en la Iglesia de la Santa Cruz, cerca del Times Square. Mons. Auza, que es oriundo de Talibon, era Nuncio Apostólico en Haití, cuando el devastador terremoto golpeó la capital, Puerto Príncipe, en 2010.
Después de la Misa, está programado un encuentro de celebración. En días anteriores, las comunidades filipinas con sede en varias parroquias de Nueva York han conmemorado la fiesta del Nazareno Negro con novena y procesiones. Los filipinos que emigraron a los Estados Unidos y otros países siempre han llevado consigo esta devoción.
La estatua del Nazareno Negro representa a Jesús doblado bajo el peso de la cruz. Fue llevada a Manila por un sacerdote agustino español en 1607 a bordo de un buque que viajaba desde México. Según la tradición, el barco se incendió durante el viaje, pero la imagen de Cristo se salvo milagrosamente del fuego tiñéndose de negro. A pesar de los daños, la población de Manila decidió preservar y honrar la imagen. Desde entonces, la estatua se llama el Nazareno Negro y muchas personas aseguran que han recibido la curación de enfermedades al tocar la superficie de la estatua. (CE) (Agencia Fides, 09/01/2016