Pangoa (Agencia Fides) - Sentados por el suelo, en alfombras y algunos en tabletas utilizadas como asientos: así asisten a clase los 137 alumnos Ashaninkas de la comunidad nativa Union Alto Sanibeni, del distrito de Pangoa, provincia de Satipo (Junín). No tienen aulas y estudian en el centro municipal sin servicios básicos. Esto es lo que emerge de una reciente visita de algunos expertos a Pangoa. Sólo uno de los niños, de 4 años, utiliza una estera improvisada realizada por su padre con ramas y paja. En la guardería para los niños entre 3 y 5 años de edad trabaja un maestro bilingüe con 27 estudiantes y trata de hacer todo lo posible para su educación. Cerca de esta escuela se encuentra otra, bilingüe, donde hacen falta alfombras, sillas, cuadernos, lápices y una habitación con los servicios básicos. Aquí enseña otra profesora que cuida de 50 niños de primero y segundo de primaria. Otra profesora en la misma escuela sigue a 38 niños de tercer y cuarto de primaria. El único maestro varón cuida de 22 niños que asisten al quinto y sexto curso de primaria. Además de material escolar y logístico, hacen falta al menos, tres profesores más. La comunidad de Unión Alto Sanibeni no tiene los servicios básicos y esto favorece la proliferación de enfermedades infecciosas entre los niños. El Programa Nacional de Alimentación Escolar Qali Warma no sigue a estos pequeños, a pesar de que la comunidad está a sólo 2 horas de Pangoa. Los asháninkas viven casi todos en Perú, y otros pequeños grupos están en el estado brasileño de Acre, en la frontera con el país (AP) (4/7/2014 Agencia Fides)