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Abuja (Agencia Fides) - “Se trata de una tarea primordial del gobierno garantizar la seguridad de la vida y de la propiedad de los ciudadanos en todo el país. No hay excusas para no cumplir con este deber primario”. Es la amonestación lanzada por los Obispos de Nigeria a las autoridades civiles y militares para que actúen con decisión para detener la ola de violencia que ha desatado la secta Boko Haram en diferentes partes del país.
En la declaración que la Conferencia Episcopal de Nigeria ha enviado a la Agencia Fides, se recuerdan a las víctimas de los recientes ataques llevados a cabo por Boko Haram: “las personas que han muerto en explosiones de bombas y atentados de represalia son todos hijos inocentes de Dios, hombres, mujeres y niños, cristianos y musulmanes de diferentes tribus, todos nigerianos, todos ellos igualmente creados y amados por Dios”.
Entre los objetivos que han sido atacados hay varias iglesias cristianas y los Obispos señalan: “exista o no una estrategia, estas acciones someten a una fuerte presión a las ya frágiles relaciones entre las comunidades cristiana y musulmana en Nigeria. Los sentimientos de ira y odio están creciendo día a día y alcanzado un nivel peligroso. Todos debemos actuar de inmediato y con decisión para detener y reducir la tensión”.
Los Obispos, por su parte, se comprometen a predicar la paz y la reconciliación, tratando de apaciguar a la gente, pero advierten que sin garantías de seguridad, sus sermones pueden caer “en oídos sordos, y los que buscan la venganza no serán controlables. EL peligro se palpa en el aire”.
Haciendo referencia a la comunidad islámica, los Obispos dicen: “hemos notado con satisfacción que muchos líderes musulmanes reconocidos han condenado abiertamente estas acciones violentas y a los criminales. Pero la condena verbal no es suficiente. Necesitamos una acción real y pro-activa para disuadir a los autores de la violencia de que sigan causando estragos en nuestra nación en el nombre de la religión”. (L.M.) (Agencia Fides 26/6/2012)
