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Bamako (Agencia Fides) - “La situación humanitaria en el norte de Malí está empeorando día a día. Los alimentos y las medicinas son cada vez más escasos, debido a que los depósitos de comestibles, los hospitales y los centros de salud han sido saqueados por los rebeldes” dice a Fides Don Edmond Dembele, Secretario de la Conferencia Episcopal de Malí. “ Se está tratando de establecer corredores humanitarios, pero en ausencia de un acuerdo con los movimientos rebeldes, por el momento no se ha podido hacer nada aún. La población en el norte de Malí sigue huyendo a países vecinos o hacia el sur del país”.
“La Iglesia Católica ha ofrecido sus instalaciones para acoger a los refugiados que llegan a Bamako y colabora con la comunidad protestante para ayudar a los 250 refugiados cristianos protestantes que han llegado a la capital. En particular, el Arzobispo de Bamako, Monseñor Jean Zerbo, a través de Cáritas ha ofrecido arroz y otros géneros de primera necesidad. En otras áreas, los refugiados son más numerosos. Pero es difícil prestar ayuda a todos porque no hay una coordinación de las iniciativas a nivel estatal”, señala Don Dembele.
Políticamente, los militares del golpe han puesto en libertad a las 22 personalidades del anterior gobierno detenidos en los últimos días, mientras que el depuesto presidente, Amadou Toumani Touré junto a su familia, se ha refugiado en Senegal. El nuevo Primer Ministro, Diarra, ha comenzado las conversaciones para formar un gobierno de transición (véase Fides 18/04/2012).
En una declaración publicada después de la Sesión Ordinaria de la Conferencia Episcopal, los Obispos de Malí expresan su aprecio por el inicio de la fase de transición para “"traer de vuelta la democracia, restaurar el Estado y restablecer la Constitución con el fin de preservar a nuestro país del caos”. En el documento, enviado a la Agencia Fides, los Obispos agradecen a los mediadores de la CEDEAO por sus esfuerzos, que han permitido llegar a un compromiso para hacer que Malí salga de la crisis institucional provocada por el golpe de Estado del 22 de marzo y aseguran sus oraciones al Presidente ad interim, Dioncounda Traoré, y al Primer Ministro, Cheik Modibo Diarra. Recordando que “desde el 17 de enero, Malí ha sufrido la ocupación de tres regiones del norte por parte de algunos grupos armados”, los Obispos recuerdan a los soldados y civiles muertos y lanzó un llamamiento a la unidad nacional. “Instamos a la clase política y a la sociedad civil a poner los intereses del país por encima de todo. Se trata de salvar Malí y no los intereses de un partido o de un grupo”. (L.M.) (Agencia Fides 20/4/2012)
