AMERICA/MÉXICO - El Papa en México “hace bien los cálculos” sobre los inmigrantes

sábado, 24 marzo 2012

Guanajuato (Agencia Fides) – “Ya sé que estoy en un país orgulloso de su hospitalidad y deseoso de que nadie se sienta extraño en su tierra. Lo sé, lo sabía ya, pero ahora lo veo y lo siento muy dentro del corazón. Espero con toda mi alma que lo sientan también tantos mexicanos que viven fuera de su patria natal, pero que nunca la olvidan y desean verla crecer en la concordia y en un auténtico desarrollo integral”, con estas palabras el Santo Padre Benedicto XVI ha finalizado el discurso en el aeropuerto internacional de Guanajuato a su llegada a México.
El Papa ha sabido “hacer bien los cálculos”, señalan fuentes locales de Fides, porque sabe que México, con más de 106 millones de personas, también cuenta con uno 12 millones de inmigrantes mexicanos (solo en los EE.UU. hay 11 millones). Pero el Papa en México se dirige al pueblo de América Latina, a todos los habitantes del continente, el tercero más poblado del planeta, hogar de más de 900 millones de personas
El Santo Padre ha seguido todas las vicisitudes de estas personas que emigran, que sufren violencia, pobreza (véase Fides 22/03/2011, 01/12/2010, 06/03/2010) y la separación de sus familias. Por ello ha recordado en sus palabras, el motivo de la visita: “Vengo como peregrino de la fe, de la esperanza y de la caridad. Deseo confirmar en la fe a los creyentes en Cristo, afianzarlos en ella y animarlos a revitalizarla con la escucha de la Palabra de Dios, los sacramentos y la coherencia de vida. Así podrán compartirla con los demás, como misioneros entre sus hermanos, y ser fermento en la sociedad, contribuyendo a una convivencia respetuosa y pacífica, basada en la inigualable dignidad de toda persona humana, creada por Dios, y que ningún poder tiene derecho a olvidar o despreciar. Esta dignidad se expresa de manera eminente en el derecho fundamental a la libertad religiosa, en su genuino sentido y en su plena integridad”.
El viaje de Benedicto XVI acaba de comenzar, nota la fuente de Fides, pero los latinoamericanos ya han percibido la tarea que el Papa les quiere encomendar: vivir con dignidad y libertad, y convertirse en “misioneros entre sus hermanos”. (CE) (Agencia Fides, 24/03/2012)


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