AMERICA/BOLIVIA - Dominicas de Maryknoll: 100 años de fundación y desde hace 70 en Bolivia

jueves, 22 marzo 2012

Riberalta (Agencia Fides) – La Comunidad de Hermanas Dominicas de Maryknoll, celebra los 100 años de la fundación de la congregación y los 70 de presencia en Bolivia. Las misioneras están presentes en las zonas más pobres de Bolivia: La Paz, Santa Cruz, Beni y en el Vicariato Apostólico de Pando, desde donde coordinan el trabajo misionero en toda Bolivia, junto con los misioneros laicos. La hermana Nancy Connor, que vive en La Paz, recuerda que las primeras hermanas que llegaron a Bolivia se establecieron en la localidad de Riberalta, en la foresta, donde construyeron enseguida un hospital. “Está fue la primera misión en América Latina, la cuna de nuestra misión”, dice la hermana Nancy. Entonces no había mucha población y las hermanas visitaban a los enfermos en sus casas.
Los orígenes de la congregación se remonta al 16 de enero de 1912, cuando un grupo de mujeres encabezadas por Josephine Rogers (1882-1955) que más tarde se convirtió en la primera superiora general de la congregación, comenzó a trabajar en la secretaría del seminario misionero de Maryknoll (Nueva York). Las religiosas, hoy presentes en todos los continentes, se dedican a la enseñanza, a la atención sanitaria, a la labor misionera y a la actividad social.
Siguiendo a su fundadora, la Hna. Mary Joseph Rogers, quién decía “no hay nada tan asombroso como la vida, ni mayor milagro que el crecimiento y el desarrollo”, sus hijas espirituales aún continúan contemplando la obra maravillosa que hace Dios en las personas. “Muchas obras sociales que empezamos hace años atrás, ahora ya han crecido – dice la hermana Nancy -, como el proyecto de San Miguel y el centro de rehabilitación para niños con capacidades diferentes. Esta obra fue iniciada por una laica y ahora acoge a varios niños junto a sus familias”.
Para la religiosa de Mariknoll, los 70 años de presencia en Riberalta significan un gran crecimiento por el que hay que agradecer a todas las personas que han abierto sus brazos y corazones a las misioneras, “llegadas de tierras lejanas”, “El futuro de nuestra iglesia esta en la juventud, que quiere edificar en ellos una obra a favor del prójimo como el reino de Dios, reino de amor y justicia”, concluye la hermana Nancy. (CE) (Agencia Fides, 22/03/2012)


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