AMERICA/BOLIVIA - “El Dios de la vida no quiere muerte”: apelo del Cardenal Terrazas después de los últimos episodios de violencia

lunes, 12 marzo 2012

Santa Cruz (Agencia Fides) – Estamos llamados a dar respuestas concretas y urgentes a todo lo que se opone a la vida ya que la Palabra del Señor es clara cuando dice “No mataras”. En esto, Dios es terminante, claro y taxativo “no se puede re-interpretar lo que es voluntad de Dios, el Dios de la vida no quiere muerte”: lo ha dicho el Cardenal Julio Terrazas, Arzobispo de Santa Cruz de la Sierra, en su homilía pronunciada en la Catedral en presencia del Nuncio Apostólico, Mons. Giambattista Diquattro, deplorando los linchamientos y muertes inhumanas ocurridas en los últimos días. El Cardenal ha pedido que se detengan estas acciones violentas, rechazando “la muerte dada por las leyes humanas que siempre pueden equivocarse y cometer injusticias ni la muerte que toman algunos por sus propias manos”.
Hace una semana en la comunidad de Quila Quila (a 25 km de Sucre), los habitantes del lugar han tomado a dos personas que estaban robando en la iglesia del pueblo y, después de haberles atado y golpeado, los han enterrados vivos cerca de la iglesia. La policía ha encontrado los cuerpos después de varios intentos de diálogo con los lugareños, que repetían “el pueblo ha hecho justicia”. Por otra parte, hace 4 días, la intervención de las autoridades alertadas por un sacerdote católico ha impedido el linchamiento de dos presuntos ladrones, siempre por parte de los habitantes de Quila Quila. En la zona no es la primera vez que ocurren este tipo de incidentes (véase Fides 23/09/2010).
En la homilía el Cardenal Terrazas ha pedido “que no se repitan las cosas del pasado y no dejarse engañar por aquellos que van engendrando odios y venganzas o por quienes aplauden medidas cada vez más severas pero no consiguen llegar hasta el corazón mismo donde se provoca el daño, el perjuicio, la maldad”.
También ha pedido que no nos acostumbremos a escuchar palabras necias de muerte y venganza por mano propia ya que con esto se va introduciendo peligrosamente una cultura de la muerte en las familias y en la gente. Además ha invitado a todos los creyentes a aprovechar este tiempo para “sacudirnos la pereza espiritual en la que vivimos y para pedir al Señor que purifique nuestras mentes y nuestros corazones para rehacer nuestras relaciones con Dios y con nuestros hermanos”. (CE) (Agencia Fides, 12/03/2012)


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