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Abuja (Agencia Fides) - "Están destruyendo la esperanza de una Nigeria unida y de un único pueblo nigeriano", afirma en una entrevista con la Agencia Fides su excelencia monseñor Ignatius Ayau Kaigama, arzobispo de Jos, que lanza una alarma sobre la estabilidad de Nigeria como nación tras la ola de violencia perpetrada por la secta islamistas Boko Haram. Monseñor Kaigama explica, "a causa de los actos terroristas de lla Boko Haram varios nigerianos originarios del sur que viven en las regiones septentrionales de origen, e incluso algunos nigerianos que viven del norte que viven en el sur están regresando a casa, por temor a represalias" .
La cuestión de la reforma de la Federación de Nigeria para tratar de satisfacer las diversas necesidades del Norte y del Sur, está ahora en la agenda en el debate político local.
Sobre este tema el diario "Nigerian Tribune" ha recogido varios testimonios, especialmente en el sur de Nigeria, en un artículo titulado "Boko Haram:. Es hora de hablar de nuestra unidad" Entre ellas se encuentra el camarada José Evah, Coordinador Nacional del Grupo de Supervisión del Delta del Níger, Economic Monitoring Group (NDEMG), que dice: "Está claro que lo que Boko Haram quiere va más allá del gobierno islámico en el norte (...). No nos engañemos. Boko Haram tiene patrocinadores en todo el Norte y entre ellos hay personas muy poderosas de la región que ven el poder político como un derecho primogénito".
El Secretario General del Congreso Nacional Ijaw (INC), Francisco Williams, dijo que "el problema va más allá de Boko Haram: nuestro partido, durante años, afirma que mientras no discutamos algunas cuestiones clave relativas a la existencia de Nigeria, seguiremos persiguiendo fantasmas para tratar de resolver los problemas actuales. Tenemos que volver a la mesa de negociaciones si queremos que Nigeria siga siendo una entidad indivisible".
La crisis desatada por los atentados de Boko Haram será discutida en una conferencia de los líderes del sur de Nigeria, que se celebrará la próxima semana. Mientras tanto, continúan los ataques de la secta islamista. En Bauchi, en el norte, dos iglesias, una de ellas católica, fueron dañadas con explosivos hechos a mano. Los dos edificios estaban vacíos y no hubo víctimas, pero una de las estructuras restantes se incendió quedando completamente destruida. Un par de horas antes, ocho civiles - según algunos testigos son todos cristianos - un policía y un soldado fueron asesinados en una localidad cercana. (L.M.) (Agencia Fides 23/01/2012)
