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Kinshasa (Agencia Fides) - La República Democrática del Congo sigue viviendo en un estancamiento político bastante complejo. Mientras que el presidente Joseph Kabila prestó juramento el 20 de diciembre, su opositor, Etienne Tshisekedi (que afirma haber ganado las elecciones presidenciales del 28 de noviembre) ha anunciado el 23 de diciembre la ceremonia de "juramento" en el estadio de los Mártires de Kinshasa. La policía había bloqueado las carreteras de acceso a la estructura y por lo tanto Tshisekedi hizo su juramento en su casa, donde asistieron decenas de sus partidarios y políticos de la oposición. Tshisekedi continúa afirmando ser el "presidente electo".
"¿Cómo romper esta situación? Los dos principales oponentes de Joseph Kabila, Etienne Tshisekedi y Vital Kamerhe, proponen que la comunidad internacional ayude a crear un "Comité de Auditoría" de los resultados de las elecciones presidenciales. Hay que volver a examinar: las listas de votantes, los votos de la exención y, por supuesto, el recuento de votos ", dijo en un comunicado enviado a la Agencia Fides, la Red de Paz para el Congo. "La Comisión Electoral del Congo (INEC) está publicando los resultados de las elecciones legislativas parciales que se celebraron simultáneamente con las elecciones presidenciales. Sin embargo, muchos candidatos perdedores denuncian irregularidades y el fraude en todas partes. La comisión había suspendido la compilación de los resultados, a la espera de la llegada de un grupo de expertos internacionales que pudieran ayudar a que los resultados sean más creíbles ", continúa el comunicado.
La Red por la Paz del Congo subraya que, en la batalla política, el perdedor es la población local: "El pueblo congoleño ha sufrido demasiado. La rebelión de los primeros cinco años después de la independencia, los treinta años de dictadura, la guerra de ocho años con más de seis millones de víctimas, y en los últimos 5 años, con políticos irresponsables (corrupción, enriquecimiento ilícito, violaciones de los derechos humanos y de los principios constitucionales), y que aún continúan impunes".
"El pueblo congoleño no puede soportar que sus mujeres sigan siendo violadas todos los días, no llega a pagar el salario mensual de los maestros, no tolera más que los que están en la cabeza del ejército sean criminales de guerra, ya no acepta que la riqueza mineral sea explotada ilegalmente por empresas mineras internacionales, sin ningún tipo de beneficio económico para la población local, y mucho menos acepta que no se respete su voluntad expresada en las urnas ".
"El pueblo congoleño exige la verdad de las urnas con el fin de continuar en el camino de la democracia, la justicia, el respeto de los derechos humanos, la paz y el desarrollo", concluye el comunicado de la asociación promovida por los misioneros que operan en la República Democrática del Congo. (L.M.) (Agencia Fides 11/1/2012)
