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Madrid (Agencia Fides) - De los 215 millones de niños y niñas que trabajan en todo el mundo, más de la mitad, 115 millones, lo hacen en condiciones peligrosas para la salud física, la seguridad y el desarrollo emocional y moral. Es lo que emerge de la VIII Fase del Programa SCREAM (Defensa de los Derechos del niño a través de Educación, las Artes y los Medios de Comunicación), presentado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para España. Cada año en todo el mundo, 22.000 niños mueren a causa del trabajo, y muchos otros accidentes y enfermedades, mayor que en adultos. Cada minuto un niño trabajador sufre un accidente, un trauma psicológico o lesiones relacionadas con el trabajo. El programa se inició en 2003 con el objetivo de concienciar a los estudiantes, maestros y ciudadanos sobre las peores formas de trabajo infantil. Este año, entre las actividades de sensibilización incluso en otras áreas de la cultura y la creación,se han organizado exposiciones fotográficas con imágenes sobre las condiciones de vida y el trabajo infantil en los estados de El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, donde los niños trabajan en los campos, las descargas, en el servicio doméstico, las obras de construcción o minas. En 2010, en La Haya, durante la Conferencia Mundial sobre el Trabajo Infantil, se destaco la necesidad de avanzar más rápidamente hacia la eliminación, en 2016, de las peores formas de trabajo infantil. (AP) (Agencia Fides 28/12/2011)
