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Mogadiscio (Agencia Fides) - No mejora la situación de la población somalí que continúa su inexorable fuga a Kenia en busca de comida y agua. En el área de Wajir, una de las más afectadas por la sequía, los pozos están casi todos dañados por el uso excesivo y el nivel demasiado bajo del agua en los acuíferos. Para llegar a la primera fuente de agua limpia, la gente tiene que caminar cinco kilómetros. El Camillian Task Force, los Camilos y las Ministras de los Enfermos de Wajir se dedican a la distribución de judias, arroz, maíz, aceite en cinco aldeas muy pobres en el área de Garissa, con la ayuda de las parroquias locales. También están trabajando para activar una clínica móvil que promueva principalmente la visita a los niños y los ancianos. (AP) (Agencia Fides 17/11/2011)
