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Yaundé (Agencia Fides) - Más de 7 millones de votantes son llamados a las urnas, el domingo 9 de octubre, para elegir al jefe de Estado de Camerún. De los 23 candidatos, el favorito es el antiguo presidente, Paul Biya, en el poder durante 29 años.
Para contribuir a un funcionamiento tranquilo y sereno, los obispos de Camerún han decidido desplegarse en el territorio de los observadores electorales independientes. El 30 de mayo, la Conferencia Episcopal emitió una carta pastoral en la que se expresan sus pensamientos sobre la elección. "El futuro de Camerún está en nuestras manos", escriben los Obispos recordando la responsabilidad de cada ciudadano del país para trabajar por la paz y la construcción del bien común.
La carta señala los valores fundamentales que "hacen la grandeza de una nación y que se nos imponen". Estos incluyen la dignidad de cada ser humano (lo que implica, entre otras cosas, el respeto de los derechos humanos, mujeres y niños y la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural), el respeto por el bien común con una distribución equitativa de los recursos nacionales "para que ningún ciudadano se sienta excluido de los efectos del crecimiento", la preservación de los bienes públicos "que debe materializarse en nuestro caso con restitución de los fondos públicos por aquellos que fueron condenados por su inversión" , la unidad nacional en la diversidad de tribus y grupos étnicos "para construir la nueva familia que es la nación" y un sistema de seguridad social y atención de salud al alcance de todos.
En la carta pastoral se pide a todos los votantes a acudir a las urnas y rechazar todas las formas de violencia y provocación. Asimismo, las autoridades, candidatos y partidos políticos, así como las fuerzas del orden y los representantes de los medios de comunicación, están invitados a trabajar por la paz y para el buen desarrollo de la votación, evitando cualquier forma de manipulación.
Los Obispos a su vez piden a la comunidad internacional que respete la soberanía del país y de observar una "total neutralidad durante el proceso electoral". (L.M.) (Agencia Fides 10/8/2011)
