AMERICA/COLOMBIA - La violencia armada continúa perturbando la vida de los pequeños pueblos de Chocó

jueves, 22 septiembre 2011

Quibdo (Agencia Fides) - Las frecuentes acciones de los grupos armados contra la población han creado temor y ansiedad entre los afro-descendientes y pueblos indígenas que viven en el departamento de Chocó, por lo que no son capaces de llevar una vida normal y viven, traumatizados , en el silencio, evitando incluso hablar sobre su situación. En los últimos días ha habido al menos otros dos ataques armados de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en esta zona del noroeste, que se encuentra en la frontera con el estado de Panamá. El primer ataque ocurrió el 18 de septiembre en la ciudad costera de Lloro, en la zona del Alto Atrato, esta vez sin causar víctimas; el segundo episodio, al día siguiente, ocurrió en un barrio de Quibdó, la capital del departamento de Chocó, y causó la muerte de un policía, provocando heridas a otro.
Según la información recabada por la Agencia Fides, cuando se desató el conflicto en Lloro, los residentes locales, en su mayoría de color, se ha refugiado en sus hogares, bloqueando las puertas y ventanas, invocando la protección de Dios. La casa parroquial se ha convertido en un hervidero de gente, especialmente jóvenes confusos, que corrian de un lado a otro. Poco antes, en la parroquia se recordó a Miguel Ángel Quiroga, de los religiosos marianistas, asesinado hace trece años en esta ciudad por los para-militares. El Superintendente de la Policía de Lloro, Raúl Gutiérrez, dijo a la prensa que algunos miembros del Frente 34 de las FARC abrieron fuego contra la estación de policía, disparando desde la otra orilla del río Atrato. Su primera impresión fue que, con esta acción, los guerrilleros "pueden haber querido desviar la atención, tal vez para transportar drogas u otros bienes en un punto diferente de la del río".
Mauricio Salinas, portavoz de la Diócesis de Quibdó, que cada mañana conduce un programa de radio comunitaria en el municipio de Lloro, dijo a una agencia de noticias que "la falta de información fiable sólo ha traído la ansiedad y el pánico entre la gente", porque ninguna de las autoridades del Gobierno ha confirmado o negado lo que pasó. "El conflicto armado comenzó a dañar Chocó en 1996 y 1997 – ha dicho a la prensa el sacerdote alemán Uli Kollwitz, Responsable de la Comisión Vida, de Justicia y Paz de la diócesis, explicando la historia de la violencia en la región -. En esos tiempo los paramilitares llegaron en tropel para hacer suyo el territorio a lo largo del río Atrato, que ha provocado una reacción de la guerrilla, que ha fortalecido su presencia. Hoy en día oficialmente no existen paramilitares, pero su presencia se oculta, por lo que no van por ahí corriendo con las armas y los uniformes, pero la gente los conoce, así que tienen el mismo poder para intimidar. La guerrilla está presente en todas las áreas de los afluentes del río Atrato y también tiene el control militar sobre el territorio y ejercer presión sobre muchas comunidades".
Desde 1998, cuando se abrió la estación de policía en Lloro, ha habido 39 ataques o acciones violentas de la guerrilla, que han provocado la muerte de 19 policías, dijo el superintendente Gutiérrez. Estas víctimas hay que añadir más de 800 casos registrados por la diócesis, de personas asesinadas o desaparecidas en Lloro a manos de grupos armados , legales e ilegales. (CE) (Agencia Fides 22/09/2011)


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