AMERICA/ESTADOS UNIDOS - El perdón y la reconciliación son esenciales para una paz duradera en el Sudán del Sur y en la región entera

viernes, 15 julio 2011

Nueva York (Agencia Fides) - "A pocos días de la inauguración, el 9 de julio, de la República de Sudán del Sur, el nuevo Estado ha sido admitido como Estado miembro de las Naciones Unidas por aclamación de la Asamblea General. La delegación de la Santa Sede, encabezada por monseñor Francis Chullikatt, estuvo presente y se hizo eco de las felicitaciones y buenos deseos del Santo Padre". Es lo que afirma el comunicado emitido por la Misión Permanente de Observación de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, recibido por Fides.
"Con motivo de la inauguración del nuevo estado de Sudán del sur, el Papa Benedicto XVI ha invocado abundantes bendiciones del Omnipotente sobre las personas y sobre Gobierno de la nueva nación, y ha expresado la esperanza de que pueda progresar en el camino de la paz, la libertad y el desarrollo" continúa el texto, señalando que en el sur de Sudán, hay una notable presencia de los católicos y la Iglesia siempre ha sido muy activa en el proceso de reconciliación nacional, así como en actividades de desarrollo. "La necesidad más urgente del nuevo estado es resolver el problema de los refugiados, inmigrantes y desplazados internos que se trasladan de otras partes del país, estimados en unos 300.000. Organizaciones de la Iglesia como Misereor y Cáritas se comprometan activamente con la prestación de asistencia humanitaria a la población. La jerarquía de la Iglesia local y la Conferencia Episcopal regional de (AMECEA), junto con numerosas congregaciones religiosas, están activos en el centro de la población afectada. Fomentar la esperanza en el futuro y apoyar la reconciliación nacional son fundamentos a seguir y los líderes de la Iglesia están involucrados en este proceso".
La nueva nación se enfrenta a varios problemas, en los que se incluyen la seguridad de la vida y bienes de los ciudadanos, las buenas relaciones con los países vecinos, la mejora de la situación sanitaria, con especial referencia a las personas afectadas por el VIH / SIDA y otras enfermedades, el fortalecimiento de las instituciones educativas, la organización de una agenda de desarrollo para la reconstrucción del país. "El camino de la guerra civil a las necesidades de la democracia debe estar bien regulado y basado en la justicia y la verdad. El largo viaje que ha costado la vida de las personas, grandes sufrimientos, la pobreza y la humillación, puede convertirse en un camino de paz, libertad y desarrollo". El texto concluye subrayando que "la Iglesia se dedica a destacar la importancia del perdón y la reconciliación, que son esenciales para una paz duradera, no sólo es importante para la nueva nación, sino también para toda la región". (SL) (Agencia Fides 15/07/2011)


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