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Brasil (Agenzia Fides) - Homicidios, amenazas de muerte, falta de asistencia sanitaria y educativa, retrasos en las regulaciones de las tierras, explotación de los recursos naturales: es la imagen de las violencias a las que están sometidas las poblaciones indígenas de Brasil según un informe del Consejo Indigenista Misionero (CIMI), que se presentó ayer en la sede de la Conferencia Episcopal de Brasil (CNBB). Cada año el CIMI recoge información sobre las violencias contra las personas y el patrimonio indígena, las violaciones de los derechos humanos, las amenazas a las comunidades indígenas y contra los pueblos aislados. Los editores del informe señalan que por desgracia la situación de las violencias contra estas poblaciones continua incluso peor que en el pasado, cuando millones de indígenas fueron diezmados.
Según la información recibida por la Agencia Fides, durante la presentación del Informe 2010, la antropóloga Lucia Rangel, que ha coordinado el trabajo, subrayó algunos datos importantes relativos al pasado año: 60 indígenas fueron asesinados (la misma cifra que se repite por tercer año consecutivo), otros 152 fueron amenazados de muerte, 15 fueron objeto de actos de racismo y discriminación étnica-cultural, 27 fueron visctimas de posibles homicidios. Se registraron 33 casos de invasiones y explotación ilegal de los recursos naturales presentes en las tierras indígenas y de daños al patrimonio, además de 49 casos de retrasos o de omisiones respecto a la regularidad de las tierras. Siempre en 2010 murieron 92 niños menores de 5 años por falta de asistencia sanitaria, mientras que en 2009 fueron 15.
Según la coordinadora del Informe 2010 “las violencias contra las poblaciones indígenas existen, no se les da mucha importancia, y por esto terminan olvidándose. Es evidente que la violencia es un hecho, y nuestro objetivo es denunciarlo e informar a la autoridad”.
El Secretario general del CIMI, Mons. Leonardo Ulrich Steiner, Obispo de la Prelatura de São Félix, en el Mato Grosso, que asistió a la presentación del Informe, ha destacado la importancia del empeño de la Iglesia por las poblaciones indígenas: “Nuestros hermanos indígenas merecen todo nuestro respeto y nuestra admiración. Ellos son los pueblos originarios de estas tierras, nosotros somos los invasores, no ellos. Vengo del Mato Rosso, y es inadmisible que los indígenas sean descartados o excluidos de nuestra sociedad como sucede hoy, por esto lucharemos y apoyaremos siempre al CIMI y a la causa indígena en este país”. (SL) (Agenzia Fides 01/07/2011)
