AMERICA/COLOMBIA - Hacinamiento en las cárceles: se requiere de “discípulos y misioneros que sirvan a las personas que están recluidas”

sábado, 11 junio 2011

Bogotá (Agencia Fides) – Según las últimas estadísticas del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), las infraestructuras carcelarias colombianas tienen una capacidad para 72,785 detenidos pero actualmente existen cerca de 91 mil. El problema del hacinamiento en las cárceles fue uno de los temas que se abordó en el Encuentro Regional del Centro de la Pastoral Penitenciara.
En una nota enviada a la Agencia Fides desde la oficina de prensa de los Obispos colombianos, el Padre Andrés Fernández Pinzón, Capellán General del INPEC y Coordinador Nacional de la Pastoral Penitenciaria, ha dicho que para brindar respuestas al mundo penitenciario se requiere de “discípulos y misioneros que sirvan a las personas que están recluidas”. Precisamente por este motivo, el tema del encuentro que se llevó a cabo del 7 al 9 de junio en las instalaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) ha sido: "Discípulos y misioneros para el mundo penitenciario". Han asistido los delegados de las regiones de Bogotá, Meta, Cundinamarca, Florencia, Tolima y Boyacá.
Según ha explicado el Padre Andrés Fernández, este es el primero de 6 encuentros regionales que se realizarán en este ano. Con un encuentro de carácter nacional para finalizar. El objetivo es crear un Directorio Nacional para la Pastoral Penitenciara que permita contar con pautas y guías para el trabajo en los centros carcelarios.
El Padre Andrés Fernández ha recordado que la situación de los presos en el país es grave y que por ello se debe pensar en formular soluciones que no solo concluyan con la pérdida de la libertad de las personas, sino que se busquen espacios para su rehabilitación y posterior reinserción a la sociedad. "Todos tenemos algo que ver en el tema de las cárceles... todos tenemos una responsabilidad", ha afirmado el padre Fernández que ha afrontado también la situación de los niños en las cárceles. La ley determina que estos menores deben estar con sus madres, recluidos, hasta los 3 anos. Sobre ello el sacerdote expresó la preocupación de la Pastoral sobre el futuro y las consecuencias que genera en niños y niñas que se ven alejados de su familia y por otro lado tiene un referente en las cáceles. (CE) (Agencia Fides, 11/06/2011)


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